Un destacado clérigo en Paraguay ha llamado la atención sobre el establecimiento permanente de criminales brasileños en el país, con el reciente anuncio del récord de incautaciones de drogas siendo una señal de lo que podría estar atrayéndolos.
Monseñor Pablo Cáceres, de la Diócesis de Concepción, condenó la "brasilerización" del norteño departamento donde reside, diciendo que grupos criminales han ido ganando terreno poco a poco desde 2005, según Ñandutí. "El puerto de San Salvador, como otros lugares, se encuentra hoy en manos de los brasileños”, dijo.
Según Cáceres, los criminales brasileños han estado comprando cada vez más tierras en Concepción, utilizando a la ganadería como una fachada para las actividades de tráfico de drogas. Estas grandes propiedades albergan pistas clandestinas de aterrizaje para vuelos de drogas, y a los de afuera se les niega la entrada, dijo.
El informe llegó justo cuando Paraguay anunció la cifra récord de incautaciones de drogas en 2013, con 492 toneladas recuperadas, un aumento del 39 por ciento en comparación con las cifras de 2012. Más de 461 toneladas de la droga recuperada eran de marihuana. Paraguay es el principal productor de marihuana en Suramérica y Brasil es su principal mercado.
Análisis de InSight Crime
La presencia de grupos criminales brasileños involucrados en el tráfico de drogas en Paraguay ha sido objeto de varios informes en los últimos años. El grupo brasileño con la presencia más fuerte en el país es el Comando Vermelho, con sede en Río de Janeiro, con un brazo armado del grupo capturado en la zona fronteriza entre los dos países en mayo de 2013. Un mes antes, se informó que el grupo estaba enviando una tonelada de cocaína fuera de Paraguay cada mes.
VEA TAMBIEN: Cobertura de Comando Vermelho
Si bien se ha informado sobre células de los grupos brasileños que operan en Paraguay, la sugerencia de que los mencionados criminales brasileños están comprando grandes extensiones de tierra y operando con impunidad en el país, constituye una nueva causa de preocupación. Como punto clave de tránsito para la cocaína de Perú y Bolivia, y un productor importante de marihuana, Paraguay ofrece enormes beneficios a los grupos criminales.
Se sabe que el Comando Vermelho y la pandilla de prisión brasileña rival, el Primer Comando Capital (PCC), se han instalado en Bolivia, y el establecimiento de una presencia más permanente en Paraguay puede ser un resultado natural de su desarrollo en las operaciones transnacionales de tráfico de drogas. Esta expansión, cada vez mayor también, es probable que se relacione con la represión policial en su país de origen.
Como subraya Cáceres, este desarrollo también pone en cuestión el enfoque del gobierno en la lucha contra el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Este pequeño grupo ha sido acusado de tener vínculos con el narcotráfico, pero es probable que sea sólo un jugador secundario en los cientos de toneladas de drogas que pasan por Paraguay.