La crisis económica en Venezuela ha generado cambios en las dinámicas criminales, provocando una migración de la delincuencia común al crimen organizado. Las bandas se han replanteado estrategias para sobrevivir, no tener pérdidas, e incluso emigrar.
Los ingresos de los "Crazy boys", una banda que opera en Petare, uno de los barrios más peligrosos y grandes de América Latina, se han visto mermados por la hiperinflación en este país. Así lo reveló su líder en una entrevista con la agencia Associated Press (AP).
El criminal, conocido como "El Negrito", le explicó a la agencia de noticias que disparar un arma en Venezuela se convirtió en un lujo, pues las balas están dolarizadas (se comercializan en dólares) y los robos en la actualidad no son rentables, debido a la escasez de dinero en efectivo y a que las personas no se desplazan por las calles con objetos de valor.
“Si vacías tu clip, estás sacando US$15 (...) Si pierdes tu pistola o la policía la toma, pierdes US$800”, precisó el criminal, quien accedió a dar su testimonio con la condición de ser identificado solo con su apodo y de ser fotografiado con una capucha que le cubre el rostro.
VEA TAMBIÉN: Grupos armados y criminales capitalizan el caos político en Venezuela
"El Negrito" relató a AP que su banda comete cinco secuestros al año, una cifra considerablemente menor que en años anteriores. Como mucho de sus asociados, ha considerado abandonar la criminalidad en Venezuela y emigrar: "Muchas personas abandonan el mundo del crimen y buscan un trabajo más honesto en el extranjero, por temor a sanciones severas en otros países donde las leyes son más estrictas”, reseñó AP.
Otro de los integrantes de los "Crazy boys" dijo que no tiene problemas para encontrar las municiones para sus armas en el mercado negro: "El desafío es pagarlo en un país donde la persona promedio gana US$6,50 al mes".
Análisis de InSight Crime
La hiperinflación que afecta la economía de Venezuela también ha impactado la actividad criminal en la reducción de homicidios, robos a mano armada y secuestros, así como en la disponibilidad de balas y armas de fuego para los delincuentes. Sin embargo, los cambios de estas dinámicas han fortalecido a los grupos de crimen organizado que operan en el país.
VEA TAMBIÉN: ¿Es la verdadera reducción de los homicidios en la capital de Venezuela?
El director del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), Roberto Briceño León, dijo a InSight Crime que en la organización que representa han observado que la crisis económica ha impactado en la reducción de la criminalidad.
“Ya no hay un derroche de balas como sí ocurría en años anteriores. Ha habido una reducción en varios delitos. Hemos notado desde 2018 que los grupos criminales, especialmente los de los barrios y los sectores populares, no tienen la capacidad de recuperar con sus actividades criminales, la inversión en armas y municiones, pues los costos han aumentado y sus delitos son cada vez menos rentables. El delincuente de barrio antes podía robar un teléfono inteligente, ahora roba comida porque también está en un modo de sobrevivencia”, explica Briceño León.
Sin embargo, el cambio en las dinámicas criminales en las ciudades y los sectores donde había altas tasas de criminalidad, como Caracas y el estado Miranda, ha ocasionado que organizaciones criminales migren a las regiones donde opera el crimen organizado en el narcotráfico y la explotación ilegal de oro. Es el caso de Sucre y Bolívar.
"Han perdido poder las bandas del barrio que han tenido que hacer una economía en sus actividades criminales para no tener pérdidas, pero las bandas poderosas de delito organizado tienen armas más potentes y también más hombres que las han fortalecido", precisó el director del OVV.