Las autoridades de Costa Rica han detenido a tres médicos y al dueño de un restaurante, presuntamente involucrados en un red de tráfico de órganos, en el último golpe a una red internacional descubierta a principios de este año.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llevaron a cabo la operación el 10 de octubre, arrestando a tres médicos que trabajaban en el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, en la ciudad capital de San José, así como al dueño de una pizzería cercana, que al parecer fue utilizada para reclutar donantes, informó La Nación.
Según el informe del periódico, el propietario de la pizzería, Dimosthenis Katsigiannis Karkasi, es griego y los médicos son costarricenses, aunque El Universal informó que los médicos eran un italiano, un colombiano y un costarricense.
La red se especializaba en el trasplante de riñones y supuestamente estuvo involucrada en 20 operaciones ilegales, en las que los donantes recibían entre US$ 6.000 y US$ 10.000 por cada riñón, que probablemente se vendían por entre US$ 80.000 y US$ 100.000 cada uno, informó Tico Times.
La pizzería fue presuntamente utilizada para identificar a los donantes potenciales, y el propietario actuaba como intermediario en las negociaciones e intercambios de dinero entre ellos y los médicos.
Según los informes, las detenciones fueron parte de una investigación más amplia en una red de tráfico de órganos, descubierta inicialmente en junio, en la que un médico prominente, Francisco José Mora, fue detenido como su presunto cabecilla. Se cree que la red tiene vínculos con Israel y Europa del Este.
Análisis InSight Crime
Aunque Costa Rica es uno de los países más prósperos de Latinoamérica, la existencia de esta red demuestra que la dificultad económica que impulsa el comercio ilegal de órganos, sigue siendo un gran problema en el país. Algunos expertos han sugerido que el estatus del país como destino de turismo médico ha alimentado la práctica.
Aunque los vínculos con Israel y Europa del Este no han ocupado un lugar destacado en los informes de las detenciones recientes, han sido previamente expuestos como lugares clave en el comercio mundial ilegal de órganos. Esta red fue descubierta inicialmente después de que una mujer de Costa Rica muriera en un vuelo de regreso de Israel, donde le habían quitado el riñón. Así que aunque los médicos detenidos pudieron haber realizado operaciones únicamente en Costa Rica, las actividades del grupo son aparentemente mucho más extensas.
Los gobiernos de Centroamérica han tratado de combatir el comercio mediante el aumento de penas para el delito, pero los beneficios que se ofrecen, junto con el suministro de donantes, hace que sea difícil de frenar.