Un programa de monitoreo de las Naciones Unidas notificó sobre un incremento en los cultivos de coca en Bolivia durante 2016, después de cinco años consecutivos a la baja, pero este revés de tendencias anteriores puede ser pasajero.
En general el cultivo de coca en Bolivia aumentó en 14 por ciento, de 20.200 hectáreas en 2015 a 23.100 hectáreas en 2016, según un informe anual del programa de monitoreo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), presentado el 19 de julio.
El incremento se da luego de cinco años de caídas sucesivas en la extensión estimada de cultivos de coca. La cifra de 2016 sigue siendo, sin embargo, sustancialmente menor a la registrada entre 2006 y 2011, cuando el país comenzó a implementar estrategias alternativas para el control de la coca.
Entretanto, el número de hectáreas de coca erradicadas cayó de más de 11.000 en 2015 a unas 6.500 en 2016, según la Dirección General de Desarrollo Integral de las Regiones Productoras de Coca (DIGPROCOCA). Esa cifra es la menor desde 2009.
Aunque el cultivo total de coca en Bolivia aumentó en 14 por ciento, la tasa de expansión de cultivos ilegales es mayor. De hecho, el límite legal para el cultivo de coca se mantuvo uniforme en 12.000 hectáreas. Esto significa que el cultivo ilegal de coca creció de 8.200 a 11.100 hectáreas entre 2015 y 2016, lo que indica un aumento de más de 35 por ciento en cultivo ilegal de coca.
Con base en estas cifras y estimativos de rendimiento por hectárea en distintas zonas, la ONUDC cree que Bolivia produjo 38.000 toneladas de hoja de coca en 2016, lo que representa un aumento de 17 por ciento en comparación con 2015.
Análisis de InSight Crime
Por el momento, Bolivia parece haber seguido el patrón de sus contrapartes cocaleras de la región Andina, Colombia y Perú, con una tendencia al alza en el cultivo de coca. De hecho, las autoridades peruanas confirmaron a InSight Crime en marzo que el cultivo de coca en su país creció en 2016 por primera vez desde 2011, mientras que tanto los estimativos de la ONUDD como los de Estados Unidos indican que Colombia cultivó cantidades récord de coca en 2016.
Una primera explicación posible del incremento en Bolivia es la brusca caída en la erradicación, informada por la DIGPROCOCA. Kathryn Ledebur, directora ejecutiva de la Red Andina de Información (AIN), que sigue de cerca los temas relacionado con la coca en Bolivia, comentó a InSight Crime por correo electrónico que aunque "es difícil determinar la causalidad directa, parte del problema fue que la temporada de lluvias demoró en llegar, lo que impidió la erradicación y la 'racionalización' (reducción en cooperación con los cultivadores); otra es la falta de cooperación de algunos cocaleros en la tradicional zona de La Paz".
Además, Ledebur apuntó a una expansión del área monitoreada. De hecho, se descubrieron 180 hectáreas de coca en zonas que no se vigilaban anteriormente, pero el informe sí especifica que la gran mayoría del incremento en cultivos de coca se encontró en zonas que tradicionalmente había monitoreado el programa.
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La principal pregunta ahora es si Bolivia continuará aumentando sus cultivos de coca en 2017, especialmente dada la decisión del gobierno a comienzos de este año de aumentar el límite legal de cultivo de coca desde las históricas 12.000 hectáreas definidas en 1988 a 22.000 hectáreas.
Las autoridades justificaron esta medida afirmando que la producción subsiguiente estimada, de 30.000 toneladas de hoja de coca, era necesaria para responder a la demanda del consumo interno y la exportación a países de la región, como Ecuador y Argentina, según Reuters. Sin embargo, como lo señaló en su momento InSight Crime, un estudio del gobierno en 2013 estimó que la necesidad de coca para el consumo legal en el país podía satisfacerse con algo menos de 15.000 hectáreas.
Ledebur predijo que la tendencia de aumentos en el volumen de siembra en Bolivia no duraría mucho, y sostuvo que el mercado estadounidense de la cocaína no pareció ampliarse a la tasa requerida para sostener el auge en la producción de coca de la región Andina, y señaló la competitividad de Colombia.
"El cultivo de coca en Colombia supera en más de seis veces el de Bolivia, y varias regiones colombianas tienen un volumen mucho mayor de coca que el total boliviano", comentó a InSight Crime. "Con precios muy bajos de la hoja en Colombia —ocho veces menos— mi hipótesis es que la producción bajará".