Las cifras de las Naciones Unidas indican que el cultivo de coca y la producción de cocaína en Latinoamérica se han reducido, aunque persisten dudas sobre las cifras, mientras hay pocos motivos para el optimismo cuando las señales muestran que los carteles de la droga se están diversificando de forma creciente hacia otros productos y actividades ilícitas.
El más reciente reporte de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD), dice que la mayoría de los indicadores muestran que el mercado mundial de cocaína está en declive, con el cultivo de coca cayendo "considerablemente".
Según el reporte, las cerca de 133.700 hectáreas de coca cultivadas en Suramérica en 2012 representan una caída del 13 por ciento en comparación con el año anterior, y con los niveles más bajos de cultivo desde 1999. Colombia registró una reducción del 25 por ciento en hectáreas producidas durante ese periodo, mientras que Perú y Bolivia también vieron reducciones, dice el reporte.
La producción de heroína, sin embargo, aumentó significativamente a escala mundial. En Guatemala, la JIFE informó que la erradicación de adormidera se triplicó de menos de 500 hectáreas en 2007 a ??más de 1.500 hectáreas en 2011. Las incautaciones de heroína en México redujeron en 2012, pero las incautaciones de opio aumentaron ligeramente, de alrededor de 1.471 kilos.
Los productores latinoamericanos son los responsables del 96 por ciento de la heroína que es incautada en Estados Unidos, según un análisis citado en el reporte de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Análisis de InSight Crime
Las conclusiones sobre el cultivo y la producción de cocaína elaboradas por la ONUDD son discutibles. Las fuentes de las fuerzas de seguridad internacional, consultadas por InSight Crime, tuvieron dudas sobre las estadísticas de la ONU. Estos datos también dependen de factores irregulares, tales como el reporte de la nación anfitriona, imágenes satelitales, y las incautaciones de cargamentos. Por otra parte, los productores de cocaína están ahora empleando métodos más eficientes, lo que significa que la disminución del cultivo no equivale necesariamente a la reducción en la producción.
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Aunque la producción de cocaína está bajando, el aumento simultáneo en la producción mundial de heroína es una señal de que los grupos de tráfico de droga se han diversificado hacia otros productos. Mientras que los principales grupos criminales en Colombia y México anteriormente se habían fortalecido gracias al tráfico internacional de cocaína, las organizaciones de hoy en día se han involucrado en el tráfico de heroína y el tráfico de drogas sintéticas, ya que estas drogas han ganado popularidad en el mercado mundial de drogas ilícitas. Un ejemplo de ello es la epidemia de heroína en Chicago, la cual las autoridades estadounidenses han atribuido al Cartel de Sinaloa.
Estos grupos también controlan y se benefician de forma creciente de una variedad de otras empresas ilícitas, incluyendo la minería ilegal, el contrabando, la extorsión y el microtráfico, lo que significa que un declive en el mercado de la cocaína dice poco sobre el flujo de dinero y el permanente poder de los grupos criminales.