Una inspección de armas en un cuartel militar en Cali, Colombia, ha encontrado que 500 armas se encuentran desaparecidas, de 1.000 que ya se han verificado, con otras 15.000 que aún no se han verificado, a medida que comienza una importante investigación sobre el tráfico de armas entre las fuerzas de seguridad y los grupos criminales.
La revisión del inventario en el cuartel de la Tercera Brigada del Ejército de Colombia, donde se almacenan las armas recuperadas por las fuerzas de seguridad en la tercera ciudad más grande del país, se está llevando a cabo por la Fiscalía General de la República. Se teme que miles de armas podrían estar en paradero desconocido.
Se cree que la mayoría de las armas que faltan -entre ellas 44 rifles- han vuelto a circular entre los grupos criminales, informó Semana.
La investigación se inició a raíz de la captura de una mujer en agosto de 2013, quien tenía siete pistolas en su poder, dijo la revista. Cuando estalló un escándalo en octubre, sobre la desaparición de las armas de la Tercera Brigada, el comandante de la guarnición, el General Luis Fernando Rojas, anunció que la investigación se llevaría a cabo por la Fiscalía General para garantizar la transparencia. A mediados de diciembre, la investigación condujo a la detención de cuatro personas -entre ellas un retirado y dos militares en servicio activo.
Análisis de InSight Crime
La venta de armas por parte de los miembros corruptos de las fuerzas de seguridad es una característica común del tráfico de armas. En los últimos años, se han observado en toda la región ejemplos de robos en las instalaciones de almacenamiento de los servicios de seguridad, así como de la participación del personal de seguridad, incluso en Uruguay, Bolivia y El Salvador. Los investigadores de InSight Crime han sido testigos de primera mano de la venta de armas a grupos guerrilleros por parte de las fuerzas de seguridad en dos ocasiones en Colombia.
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Cali parece ser algo así como un lugar clave para el tráfico de armas, con informes en los últimos años de que armas procedentes de China desembocan en la ciudad por el cercano puerto de Buenaventura. En 2009, más de 4.000 armas de fuego fueron recuperadas en la ciudad y casi más de 2.000 en los municipios aledaños. Aunque los grupos criminales de la ciudad son, sin duda, los responsables de gran parte de esto, los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mantienen una importante presencia en la zona rural circundante.
El flujo de armas en Cali ha provocado un conflicto entre los criminales que ha visto a la ciudad convertirse en la más violenta de Colombia, aunque esto puede cambiar tras un pacto entre los grupos criminales en disputa de la ciudad. La tasa de homicidios se redujo significativamente durante los últimos dos meses del año, con los asesinatos de diciembre cayendo a los niveles más bajos en los últimos diez años, informó El País.