Una supuesta célula guerrillera de las FARC, involucada en el tráfico de armas y de drogas, ha sido desmantelada por las autoridades de Costa Rica, en un caso que ilustra la profundidad de la participación de la guerrilla en el narcotráfico y el posible alcance de su actividad fuera de Colombia.
Los informes iniciales establecieron que cinco colombianos y un nicaragüense fueron detenidos el 1 de noviembre –aunque se confirmo después que uno de los colombianos era costarricense– como parte de una operación en la que se confiscaron 492 kilos de cocaína y 35 armas de fuego, informó EFE. El grupo utilizó una armería legítima en San José como fachada para importar armas y drogas, que luego fueron contrabandeadas a México, señaló La Nación.
El grupo formaba parte de la célula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en Costa Rica, dijo a La Nación el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Según La Nación, las actividades del grupo fueron detectadas inicialmente por la DEA, que transmitió la información a las autoridades costarricenses. Los arrestos se realizaron después de que dos agentes encubiertos de la OIJ se infiltraran en el grupo y negociaran la compra de las drogas y las armas confiscadas posteriormente. Los colombianos eran residentes legales en Costa Rica a través de matrimonios con locales, según las autoridades.
Análisis de InSight Crime
Las FARC admiten que cobran impuestos a la producción y el tráfico de drogas en sus zonas de influencia, pero rechazan las acusaciones de tener una implicación directa en el narcotráfico. Hay razones suficientes para dudar de esas afirmaciones, y las detenciones de este tipo, mucho más allá de las fronteras de Colombia, ilustra que las actividades del grupo claramente no están limitadas a una insurgencia armada.
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Se dice que los guerrilleros mantienen hasta el 70 por ciento de sus bienes fuera de Colombia, incluyendo en Costa Rica, y se han vinculado indirectamente a redes de tráfico costarricenses a través de la venta de drogas en Panamá. También han sido vinculados con el Cartel de Sinaloa en varias ocasiones.
La afirmación de que estaban involucrados en la recepción y el envío de drogas a través de Centroamérica, es una prueba más del papel activo en la cadena de suministro y podría ejercer presión sobre el grupo, en medio de los diálogos de paz con el gobierno colombiano, después de haber afirmado anteriormente, durante las negociaciones, no tener participación en el narcotráfico.