El Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) de México ha identificado grandes discrepancias en las cifras sobre criminalidad reportadas por las dos grandes fuentes estadísticas oficiales del país, lo que plantea dudas sobre la validez de los datos actuales que señalan una fuerte caída en los homicidios.
Tras analizar los datos de 2013 que fueron reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI) y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) encontró grandes diferencias que según dijo, indican que las procuradurías estatales estaban usando sistemas inconsistentes para recopilar y registrar información sobre los crímenes (pdf).
En algunos casos, la información reportada por INEGI y el SESNSP mostraba tendencias criminales contradictorias en el mismo estado. En Puebla, por ejemplo, el INEGI reportó un aumento del 17 por ciento en los homicidios entre 2012 y 2013, mientras que las cifras del SESNSP mostraban una disminución de cerca del 26 por ciento en el mismo estado y sobre el mismo período.
“No contamos con información confiable para contar con un diagnóstico sobre la violencia en nuestro país”, afirmó el director del ONC Francisco Rivas.
Análisis de InSight Crime
El presidente Enrique Peña Nieto ha buscado resaltar los éxitos en seguridad de México, afirmando recientemente que durante los primeros seis meses de 2014, la tasa de homicidios había caído un 27 por ciento con respecto al mismo período en 2012. Aún no está claro de dónde obtuvo esta información, y el informe del ONC abre interrogantes sobre la confiabilidad de las cifras que han sido reportadas por ambas fuentes.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfiles de México
Aunque el ONC atribuye las diferencias entre las cifras de INEGI y SESNSP a variaciones en la metodología, es posible que los cálculos políticos sean también parte de la ecuación. Muy a menudo, las estadísticas sobre criminalidad son manipuladas por los gobiernos que quieren que la información encaje con las narrativas de seguridad que desean presentar. Venezuela tiene una particular reputación de manipular sus cifras de homicidios y las recientes afirmaciones de Honduras sobre la disminución de homicidios se produjeron tras un cambio drástico en la manera en la que los homicidios eran oficialmente contabilizados. Por estas razones, así como por las metodologías defectuosas, las estadísticas sobre criminalidad por lo general deben ser vistas de manera crítica.
Sin importar cuánto hayan bajado las tasas de homicidio, Peña Nieto parece estar perdiendo la batalla estadística en lo que tiene que ver con sus propios niveles de aprobación –las encuestas de mayo mostraron que cerca de la mitad de la población desaprueba al presidente (pdf). Además, el público mexicano parece tener la percepción de que la seguridad está empeorando, cosa que puede estar conectada al hecho de que aunque los homicidios aparentemente han bajado, crímenes como el secuestro han continuado en aumento.