El pequeño estado de Colima, en la parte occidental de México, ha visto un aumento de más de 900 por ciento en los homicidios, en comparación con 2015, fenómeno que puede tener conexión con el crimen organizado y podría extenderse a estados vecinos.
En el pasado abril, hubo 73 homicidios en Colima, 32,7 por ciento más que en marzo, y 942,9 por ciento en comparación con abril de 2015, según cifras publicadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) (pdf).
Colima —que limita con los estados de Jalisco y Michoacán— presentó un total de 206 homicidios entre enero y abril de este año, en comparación con 189 a lo largo de todo 2015 (pdf). La oleada de asesinatos ha dado a ese estado sobre la costa Pacífica (pdf) la tasa de homicidios más alta del país por primera vez desde que el SNSP comenzara a llevar registros de homicidios en 1997.
La espiral de violencia ascendente en Colima comenzó a finales de 2015. En el transcurso de 2016, los homicidios se han incrementado mes a mes a una tasa entre 17 y 52 por ciento. En comparación con el mismo periodo de 2015, los índices mes a mes se han disparado entre 138,5 y 942,9 por ciento.
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Análisis de InSight Crime
Aunque por lo general México ha tenido un aumento penoso de homicidios en el transcurso de 2016, Colima deja muy atrás a los demás estados.
Como lo señala el analista de seguridad Alejandro Hope, la situación de Colima no parece seguir patrones regulares del crimen organizado; no ha habido capturas de capos que indicaran un vacío de poder local, ni un despliegue importante de tropas federales en el estado. Sin embargo, sí hay señales de que el crimen organizado y las rivalidades entre carteles estarían tras este alza en la violencia.
La descarga inicial en las muertes violentas coincidió aproximadamente con un anuncio del cartel de Sinaloa de que "limpiarían" el área, informó Mexico News Daily. De acuerdo con esta publicación, en septiembre de 2015 el cartel de Sinaloa publicó en la desaparecida página de Facebook "C.D.S. Cartel de Sinaloa" que un cabecilla local se había reunido con la Familia Michoacana para reforzar su alianza para la "protección de los ciudadanos locales". El grupo afirmó que “exterminaría” a criminales, incluidos extorsionistas y secuestradores, añadiendo que "Sinaloa ahora está en Colima".
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Según agentes de seguridad nacional consultados por La Jornada, el catalizador de la violencia fue una rencilla entre el cartel de Sinaloa, el cartel de Jalisco - Nueva Generación (CJNG) y una facción de los Zetas por el control del puerto de Manzanillo, sobre el Pacífico, punto de embarque clave para sus mercancías ilícitas.
Pese al tamaño relativamente pequeño de la población, no debe descuidarse la situación en Colima. Según Hope, la actual crisis en el estado es comparable con el dramático brote de violencia en Ciudad Juárez en 2008, y podría seguir un disparo en los secuestros y la extorsión. De no darse una solución efectiva a la violencia en Colima, podría incluso "envolver el estado de Jalisco y reavivar la guerra en Michoacán", concluye Hope.