Las Naciones Unidas (ONU) han advertido que el narcotráfico podría llevar a un aumento de la violencia en Bolivia, ya que el país andino tiene un papel cada vez más importante en el comercio de drogas en Suramérica.
Si Bolivia mantiene su posición como productor y país de tránsito para la cocaína, corre el riesgo de "(…) niveles de violencia grave vinculados al narcotráfico", dijo a EFE el representante de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y del Delito en Bolivia, César Guedes.
Guedes resaltó el tráfico de cocaína boliviana hacia Brasil - el segundo mayor mercado de la droga - como una de las principales causas de preocupación. Él observó que había muy pocos otros lugares en donde un principal país productor de drogas comparte una amplia frontera terrestre, con un principal país consumidor de drogas.
Guedes también expresó su preocupación de que Bolivia podría desarrollar un mercado interno significativo de narcóticos.
Análisis de InSight Crime
Bolivia es el tercer mayor productor de cocaína después de Colombia y Perú, y en los últimos años, el departamento oriental de Santa Cruz se ha convertido en un importante centro del narcotráfico regional. Además de ser un producto propio cosechado en el país, Bolivia es también un punto de tránsito para una cantidad cada vez mayor de cocaína peruana.
La mayor parte de la cocaína enviada a través de Bolivia se dirige a Brasil, con una estimación oficial brasileña en 2011 que entre el 60 y el 80 por ciento de la cocaína boliviana llega a su territorio.
Históricamente Bolivia y Perú no han visto el tipo de violencia relacionada con la droga, sufrida en Colombia (donde otros factores también han jugado un papel importante), pero hay indicios de que esto puede estar cambiando, como advirtió Guedes. El año pasado, la policía de Santa Cruz culpó a las disputas entre grupos narcotraficantes de la creciente criminalidad, mientras que en marzo el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, declaró estado de emergencia debido a una ola de crímenes violentos.