El gobierno chino ha ejecutado a un ciudadano colombiano por tráfico de drogas, un indicio más de que el papel de Colombia en el tráfico de drogas en el país más poblado del mundo puede estar creciendo.
Ismael Arciniegas, de 74 años y oriundo de Cali, Colombia, murió por inyección letal el 27 de febrero por órdenes del gobierno chino. Había permanecido detenido en una prisión china desde 2010, cuando fue arrestado por intentar ingresar al país asiático con aproximadamente cuatro kilos de cocaína, informó El Tiempo.
Según Associated Press, Arciniegas es "el primer colombiano, y posiblemente el primer latinoamericano, en ser ejecutado en China por delitos relacionados con drogas".
Funcionarios colombianos expresaron fuertes protestas contra la decisión del gobierno chino de ejecutar al septuagenario, quien al parecer tenía un rol menor en la cadena de narcotráfico.
A diferencia de China, en Colombia la pena de muerte por condenas criminales está prohibida por la Constitución. Sin embargo, una encuesta en línea realizada por el medio de noticias colombiano Blu Radio mostró que una leve mayoría de los más de 7.700 encuestados estuvieron de acuerdo con que el gobierno chino hubiera aplicado la pena de muerte en este caso.
En comentarios registrados por Associated Press el 28 de febrero, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China respondió así a una pregunta sobre el caso de Arciniegas: "Las autoridades judiciales chinas han sido enérgicas en actuar según la ley [...] China siempre le ha dado importancia a la protección de los derechos humanos y el derecho de la vida. El derecho legítimo del individuo involucrado en el caso ha sido garantizado".
En una declaración pública, la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia dijo que 15 colombianos han sido condenados a muerte en China por tráfico de drogas, y que otros 15 han recibido cadena perpetua.
Funcionarios de ambos países han intentado llegar a acuerdos que ayuden a repatriar a los ciudadanos colombianos condenados por crímenes en China. Según Associated Press, desde noviembre de 2016 China ha repatriado a dos colombianos condenados por narcotráfico, por razones humanitarias. Sin embargo, actualmente no hay acuerdos formales sobre el manejo de estos casos entre las dos naciones.
Según funcionarios de la cancillería colombiana, el número de colombianos encarcelados en China ha aumentado de sólo cuatro en 2006 a más de 160 actualmente, y cerca del 90 por ciento de ellos están detenidos por cargos relacionados con drogas.
Análisis de InSight Crime
Es bien sabido que China tiene duras políticas antidrogas. En 2010, Human Rights Watch publicó un informe en el que describía los centros de "rehabilitación" obligatorios para personas condenadas por delitos relacionados con drogas, "los cuales les niegan el acceso a los tratamientos para la farmacodependencia y los ponen en riesgo de abusos físicos y trabajos forzados no remunerados". En los años siguientes, el gobierno chino ha hecho algunas reformas a su sistema penal, pero, según los informes, en muchas instalaciones continúan las condiciones inhumanas.
Es difícil obtener estadísticas precisas y actualizadas sobre el consumo de drogas en China, pero el gobierno de este país está evidentemente preocupado de que la demanda de sustancias ilícitas aumente a medida que crece la clase media. La nación asiática representa actualmente el segundo mayor mercado del mundo después de Estados Unidos, lo que significa que hay enormes ganancias potenciales en el tráfico de drogas.
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Dado que los vínculos políticos y económicos entre China y Latinoamérica se han fortalecido en los últimos años, han surgido indicios de crecientes vínculos entre organizaciones criminales en ambos lados del Pacífico. Según los informes, los fabricantes de productos químicos en China les han suministrado precursores de drogas a grupos criminales latinoamericanos y se cree que a su vez estos grupos han presuntamente lavado dinero a través de China. Además hay evidencia de "mafias" chinas que operan en países latinoamericanos como Argentina.
Las drogas favoritas en China —a saber, opiáceos como la heroína y drogas sintéticas como las metanfetaminas— se producen bien sea en China o cerca de sus fronteras. Ello significa que a los grupos criminales latinoamericanos les podría resultar difícil ingresar al mercado chino con drogas como la cocaína, que se produce casi en su totalidad en la región Andina suramericana. Sin embargo, el aumento exponencial de los colombianos detenidos en China sugiere que la droga puede estar comenzando a experimentar un aumento en su popularidad.