La guerrilla del EPP de Paraguay ha asesinado a un soldado por primera vez después de una operación militar, que fue atacada de manera espectacular, planteando la pregunta de si el nuevo gobierno tiene o no la capacidad para librar una guerra que ha declarado a los guerrilleros.
El 8 de diciembre, una fuerza de tarea conjunta, conformada por miembros del ejército y de la policía, fue emboscada por una célula guerrillera del Ejército Paraguago del Pueblo –EPP- mientras que se preparaban para lo que se suponía iba a ser un ataque sorpresa contra la misma célula. El ataque -en el distrito de Horqueta, del estado de Concepción- dejó un soldado muerto y otro gravemente herido, y cinco guerrilleros que escaparon ilesos.
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Informes preliminares de la operación sugieren que los ladridos de perros y otros ruidos delataron la posición de las fuerzas de seguridad, permitiendo a la célula del EPP guardar su campamento y rodear a la unidad.
El día después del ataque, el ministro del Interior, Francisco De Vargas admitió que la operación había sido un error táctico, pero dijeron que no tenían información sobre los rumores de que los guerrilleros habían sido alertados y se negó a comentar sobre las sugerencias de las tensiones entre los militares y la policía.
Este asesinato lleva el número total de muertos atribuidos a la violencia del EPP a 33 desde 2005, pero todas las víctimas anteriores han sido policía o civiles, informó la agencia EFE.
Análisis de InSight Crime
Hasta hace poco, la tarea de enfrentar al EPP había sido designada a la policía y no a las fuerzas armadas. Esto ha cambiado bajo la presidencia de Horacio Cartes, quien ha destinado sus primeros 100 días en el cargo a militarizar la lucha contra la guerrilla como parte de un ataque frontal contra los guerrilleros.
Las políticas de Cartes han incluido la aprobación de las reformas a la Ley de Defensa Nacional que le otorgan poder directo sobre los despliegues militares, que según él le permitiría reaccionar de manera más eficiente a la amenaza del EPP.
Sin embargo, la operación del domingo, que EFE reportó, fue la primera vez que el ejército ha conducido directamente un ataque contra el EPP, lo que aumenta las preocupaciones sobre si el ejército tiene los recursos y la formación necesarios para llevar a cabo las operaciones de contrainsurgencia de manera eficaz.