El proceso de depuración de la Policía Nacional de Honduras no ha sido como se esperaba.
Para el caso, de los primeros 33 miembros de la institución que la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) solicitó a la Dirección General de la Policía Nacional que fueran separados de inmediato por haber reprobado las pruebas de confianza, solo fueron separados siete. La Ley Especial para la Depuración Policial, enmarcada en el artículo 2, numeral 1, párrafo segundo del Decreto Legislativo No.89-2012, establecía: “Cuando el evaluado repruebe cualquiera de las pruebas que se le practiquen, esto será causal de despido justificado de forma inmediata de la Policía Nacional”.
De acuerdo a las investigaciones realizadas por EL HERALDO, de los 33 agentes de la Policía Nacional, entre ellos 32 oficiales y un policía clase III, que no aprobaron las pruebas de confianza y que el director de la Policía Nacional, comisionado general Juan Carlos Bonilla Valladares, envió el oficio DGPN 1719-2012 al ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, el pasado 19 de septiembre, solo siete oficiales fueron separados, tal como lo establecía la Ley, es decir que 26 de ellos aún siguen en la institución y gozan de todos sus beneficios.
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