El fiscal especial de privación de dominio de Honduras ha sido asesinado, sumando un caso más a la larga lista de funcionarios asesinados en el país en medio de la creciente impunidad.
Orlan Arturo Chávez fue asesinado con siete tiros por atacantes desconocidos en Tegucigalpa mientras iba camino a casa. Fue llevado al hospital por los bomberos, pero murió minutos después de entrar en la sala de urgencias.
El hermano de Chávez dijo que a menudo el fiscal recibía amenazas de muerte por teléfono, y que meses antes, un vehículo intentó atropellarlo afuera de su casa. Según El Heraldo, en el momento de su muerte, Chávez se preparaba para una audiencia preliminar de lavado de dinero implicando a un ex representante del Ministerio Público.
El presidente de la Asociación de Fiscales del Ministerio Público, Fabricio Erazo, dijo que los fiscales de la unidad anti lavado reciben poca protección del estado.
Chávez, de 59 años, quien también fue profesor universitario de derecho, había sido jefe de la unidad desde 1999 y ayudó a crear la ley de Honduras contra el lavado de dinero.
Análisis de InSight Crime
Chávez es el tercer fiscal muerto en los últimos tres años y el último de una larga serie de funcionarios judiciales, gubernamentales y de la fuerza pública en ser objetivos del crimen organizado en Honduras. Se cree que también trabajaba en estrecha colaboración con las autoridades estadounidenses contra los poderosos intereses del crimen organizado. En diciembre de 2012, el alcalde de la ciudad fue baleado por hombres con uniformes militares y un subcomandante de la policía fue sacado de su auto y asesinado en Tegucigalpa en enero de 2013.
El Observatorio de la Violencia hondureño atribuyó el creciente número de homicidios en el país - que tiene la tasa de homicidios más alta del mundo y registró una cifra récord de homicidios en 2012 - al crimen organizado.
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