Guerrilleros del ELN asesinaron a diez soldados, en el ataque más mortífero de estos guerrilleros en Colombia en lo que va del año; lo cual evidencia la creciente fuerza del ELN, impulsada por su creciente participación en el narcotráfico.
Los combatientes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) emboscaron una patrulla del ejército, cerca de la frontera con Venezuela, en el departamento (provincia) de Norte de Santander.
Los guerrilleros atacaron la patrulla con bombas de cilindros de gas y morteros artesanales, matando a diez soldados e hiriendo a 11 más. La guerrilla también secuestró a uno de los soldados y tomó rifles, granadas y una ametralladora, informó El País.
No hubo reportes de víctimas del ELN.
Análisis de InSight Crime
Aunque los explosivos utilizados en el atentado eran caseros, la emboscada demostró niveles de sofisticación y eficacia que sugieren que el ELN está incrementando sus capacidades operativas.
En 2006, el ELN estaba al borde de la derrota, presionado por una guerra con sus primos más grandes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), sufriendo todavía por las ofensivas lanzadas por las Autodefensas Unidas de Colombia y bajo la presión del ejército. La recuperación que les ha permitido reunir la fuerza suficiente para montar el tipo de ataques presenciados en Norte de Santander, se debe en parte al creciente papel de esta guerrilla en el narcotráfico y las alianzas con los grupos narco-paramilitares conocidos como BACRIM ("bandas criminales").
La región en la que la emboscada tuvo lugar es un bastión del ELN y el centro de gran parte de sus actividades narcotraficantes. Se cree que en Norte de Santander los guerrilleros controlan cultivos de coca y laboratorios de cocaína, y hay pruebas de que trabajan en estrecha colaboración con las FARC.
También es probable que el ataque sea parte de los planes del ELN para forzar su camino a la mesa de negociación con el gobierno colombiano. Si bien el gobierno ha estado teniendo conversaciones oficiales de paz con las FARC, desde octubre del año pasado, el ELN ha estado al margen pese a sus repetidos llamados para poder hacer parte de ese proceso y los rumores recientes de que las conversaciones eran inminentes.
Durante este tiempo, el ELN ha repetido tácticas utilizadas por ellos y las FARC para tratar de empujar al gobierno a las conversaciones, realizando varios secuestros de alto perfil, y anunciando una campaña militar contra el punto vulnerable del país - las industrias de petróleo y mineras que atraen el capital extranjero que alimenta el crecimiento económico de Colombia -.