Las autoridades de El Salvador proponen endurecer la legislación contra los menores para combatir el crecimiento de las pandillas, un indicio de que los oficiales se preparan para usar la estrategía de seguridad de “mano dura” contra adolescentes.
El 7 de abril, el Fiscal General Douglas Arquímedes Meléndez Ruiz presentó una reforma a la ley penal juvenil del país, que permitiría a los fiscales emitir órdenes de arresto contra menores, según informó La Prensa Gráfica. Las autoridades dicen que esta medida busca limitar los efectos de las pandillas que reclutan niños para la comisión de delitos en su nombre. En la actualidad, solo un juez de menores puede ordenar la detención de un menor de edad.
Entretanto, al comienzo de la semana el diputado Guillermo Gallegos de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) declaró que El Salvador no necesita modificar sus leyes ni salir de los tratados internacionales para tratar a menores delincuentes como adultos, reportó EFE.
"Creo que con la declaración de la Sala de lo constitucional en la que dice que los pandilleros son terroristas da como para procesar a los menores como adultos", señaló Gallegos, haciendo referencia a una decisión de la Suprema Corte de El Salvador en 2015, que cataloga a las pandillas como grupos terroristas.
Los comentarios fueron motivados por una discusión previa para reducir la mayoría de edad legal con el fin de procesar a los sospechosos como adultos a edades más tempranas. Patricia Valdivieso, de la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) propuso reducir la mayoría de edad de los 18 a los 14 años, mientras que Gallegos propuso fijarla hasta en 12 años de edad.
Análisis de InSight Crime
Es importante tener en cuenta el contexto en el que se hicieron estos comentarios. Las tasas de homicidio en El Salvador están tocando picos que alturas vertiginosas, y se cree que las pandillas incitan gran parte de la violencia. Es frecuente que estas pandillas recluten a menores de edad para ejecutar las tareas más riesgosas y los crímenes más peligrosos, pues los menores enfrentan penas menos severas y por lo general se consideran una fuente de mano de obra barata prescindible.
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Pero si las medidas propuestas recientemente por las autoridades salvadoreñas están inspiradas para la protección de los menores o la reducción del crimen callejero, sus iniciativas están erradas. Reducir la edad a la que puede condenarse judicialmente a un menor como adulto solo incentiva a las pandillas a reclutar niños de menor edad. Ya han mostrado que están dispuestos a hacerlo, en los informes sobre pandillas en Honduras que reclutan a niños hasta de seis años.
De igual modo, introducir a los menores al sistema de justicia penal a una edad menor solo fomenta una mayor delincuencia. Las políticas de seguridad radicales conocidas como "Mano Dura" o puño de hierro, llevaron a la congregación de grandes números de pandilleros, lo que convirtió las prisiones en verdaderos centros para el crimen organizado. Si los jóvenes no entran al sistema carcelario como criminales reincidentes, sí es lo más probable que salgan de allí convertidos en tales.