Se dice que El Salvador ha rechazado la propuesta de creación de un organismo anticorrupción con el aval de las Naciones Unidas, lo que puede ser una señal de que el gobierno teme una crisis política como la desatada en Guatemala después de las investigaciones adelantadas por una comisión similar de la ONU, las cuales acabaron con las vidas políticas del presidente y la vicepresidenta del país.
Pese a la presión de las autoridades estadounidenses, El Salvador ha decidido oponerse a la creación de una comisión internacional que investigue si hay corrupción dentro del gobierno, declaró un funcionario salvadoreño a Reuters. En su lugar, se espera que el gobierno renueve una iniciativa anticorrupción con menos facultades de investigación dirigida por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Estados Unidos ha estado tratando de persuadir a El Salvador de que acceda a un organismo antiimpunidad según la comisión avalada por la ONU en Guatemala, conocida por sus iniciales en español como la CICIG, por lo menos desde julio, según Reuters. Las investigaciones de la CICIG descubrieron una enorme red de fraude en la oficina de aduanas de Guatemala, presuntamente dirigida por el expresidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti. Tanto Pérez Molina como Baldetti se encuentran en prisión en espera de su juicio.
El programa de USAID es, según informes, un plan de cinco años cuyo costo será de US$25 millones, muy inferior al costo de la CICIG. Sin embargo, al contrario de la CICIG, que ha conducido interceptaciones telefónicas y redadas para investigar las redes criminales, la iniciativa de USAID sólo recurrirá a "la voluntad política y la implementación de regulaciones de transparencia", según documentos oficiales a los que tuvo acceso Reuters.
Análisis de InSight Crime
El rechazo de El Salvador al modelo similar a la CICIG puede estar motivado por el temor del gobierno de lo que pudiera descubrir un organismo internacional poderoso equipado con amplios poderes de investigación con independencia. En Guatemala, la CICIG ha sido fundamental para sacar a la luz la corrupción mucho más allá de la presidencia; el organismo también cobró la cabeza del director de la agencia de seguridad social, un destacado congresista y de otros importantes operadores del gobierno y del hampa. La CICIG ha tenido tanto éxito últimamente que su comisionado, Iván Velásquez, ahora es más popular en Guatemala que los dos candidatos que se disputarán la elección presidencial del domingo.
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Aunque son obvias las razones por las cuales el gobierno de El Salvador se muestra reacio a dejar exponer algo de corrupción, hay presión de la comunidad internacional para que dé pasos para combatir la impunidad. La decisión de renovar el plan de USAID puede ser un intento de calmar a sus patrocinadores extranjeros (el más destacado de los cuales es Estados Unidos), aunque también limita la capacidad del organismo para adelantar una investigación real sobre la corrupción. Inquietudes similares se plantearon respecto a la nueva comisión anticorrupción en Honduras que está conformando la Organización de Estados Americanos.