Una nueva encuesta de Gallup muestra que la población en El Salvador y Venezuela se siente menos segura que Siria y muchos otros países acosados por conflictos, lo que da un contexto global de la gravedad del problema de seguridad en estos países y en el resto de Latinoamérica.
El Informe Global de Orden Público 2016, de Gallup, pinta una imagen sombría de las percepciones de seguridad en Latinoamérica. Venezuela y El Salvador se situaron en el peor y segundo peor lugar en el mundo, con puntajes de 35 y 48, respectivamente. Perú quedó empatado con Siria por el tercer peor lugar, con un puntaje de 50, seguidos de Bolivia, con 51.
La encuesta asignó un puntaje a 133 países en una escala de 100 puntos, basado en las respuestas a tres preguntas relacionadas con seguridad y confianza en las fuerzas de policía locales.
Venezuela recibió la calificación más baja de cualquier país en el mundo desde 2005, según Gallup. Solo 14 por ciento de los venezolanos dijeron sentirse seguros al caminar solos por la noche; Siria y Afganistán fueron los siguientes más bajos, con 32 por ciento cada uno. Seis de los 10 países que ocuparon el pie del escalafón en el mundo en la pregunta de sentirse seguro en la noche se encuentran en Latinoamérica o El Caribe, mientras que los países nórdicos ocuparon muchos de los lugares de la cabeza (vea gráfico de Gallup a continuación).
Como región, Latinoamérica y El Caribe fueron percibidos como menos seguros en general que cualquiera otra región del mundo por séptimo año consecutivo (vea gráfico de Gallup a continuación).
Ningún país de Latinoamérica o del Caribe obtuvo un puntaje superior al promedio global, de 72 (ver gráfico de Gallup a continuación). Chile y Nicaragua tuvieron los mayores puntajes, ambos con 65. Paraguay, entre tanto, exhibió el mayor cambio en las percepciones de seguridad entre 2014 y 2015, al pasar de 46 a 60. Gallup hizo notar que la encuesta a los paraguayos se realizó poco después de la visita del Papa Francisco al país, en julio de 2015.
Análisis de InSight Crime
Estos resultados son preocupantes, pero no del todo sorprendentes. La baja calificación de Venezuela refleja la caída de ese país por un agravamiento de la crisis económica y de seguridad, mientras que El Salvador puede haberse convertido en el país más homicida del mundo en 2015, con una tasa de homicidios superior a 100 por 100.000 habitantes. El que los ciudadanos de estos países se sientan más vulnerables a la violencia que los que cargan cicatrices de años de intensa guerra, como Siria y Afganistán, da cierto crédito a los clamores de que los conflictos provocados por el crimen deben considerarse una crisis humanitaria.
Tampoco sorprende que Latinoamérica y El Caribe hayan tenido los peores puntajes entre las regiones del mundo. Esta región es la más violenta del mundo, y muchos países tienen tasas de homicidios superiores a 10 por 100.000 habitantes, umbral que la Organización Mundial de la Salud califica como "epidemia".
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Las percepciones de inseguridad no siempre se ajustan a la realidad, sin embargo. Los bajos puntajes de Perú y Bolivia son consistentes con el índice de percepciones de seguridad de 2014, divulgado por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina, pero estos países andinos son considerados generalmente unos de los más seguros de Latinoamérica. En 2015, Bolivia y Perú registraron índices de homicidios de 5 por 100.000 y de 7 por 100.000, respectivamente, que se cuentan entre los más bajos de toda la región.