Un análisis forense reveló que la MS13 en Guatemala utilizó 32 armas para presuntamente cometer 238 asesinatos, ofreciendo información sobre el modus operandi de la pandilla y resaltando algunas de las dificultades que surgen al enfrentar al crimen organizado con el control de armas.
Los miembros del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (INACIF) usaron el Sistema de Identificación Balística Integrada (Ibis, por sus siglas en inglés) para identificar 1.133 armas que habían sido utilizadas en varios delitos, informó Prensa Libre.
De esas armas, los fiscales vincularon 32 de ellas a homicidios que creen que fueron cometidos por la Mara Salvatrucha (MS13), debido al estilo de ejecución y la relación de la MS13 con las víctimas – quienes, según los fiscales, eran miembros de bandas rivales, guardias de prisiones o víctimas de robo o extorsión.
Los fiscales usarán las armas como prueba en el caso que están preparando contra ocho líderes de la MS13, acusados de ordenar los homicidios.
Según el INACIF, las pistolas eran el arma más común utilizada para cometer los crímenes y el 85 por ciento de esas pistolas fueron robadas a la Policía Nacional y agentes de la fuerza pública.
Análisis de InSight Crime
En Guatemala, las pandillas conocidas como Maras - principalmente la MS13 y, su rival, Barrio 18 - operar en pequeñas células llamadas "clicas", las cuales cuentan con entre 10 a 50 pandilleros. Como sugiere el análisis forense, en lugar de andar todos armados, el grupo tendrá un número reducido de armas, que se almacenan en un lugar secreto donde sólo los miembros pueden acceder a ellas y utilizarlas cuando sea necesario. En algunos casos puede existir hasta una sola arma "homicida", utilizada por toda la clica.
Hay más de un millón de armas no registradas en Guatemala. El hecho de que sólo algunas sean usadas por el crimen organizado muestra lo difícil que será limitar las actividades de las pandillas a través de la regulación de las armas. Lo que es más, muchas de estas armas fueron robadas - o posiblemente compradas, como sucede en el resto de la región - a las fuerzas de seguridad, lo que ilustra el desafío de controlar el acceso de las pandillas a las armas.