La acusación del líder rebelde de las autodefensas José Manuel Mireles en México ha provocado una reacción negativa del público, y con una nueva encuesta sugiriendo que un 70 por ciento de los mexicanos apoyan a las autodefensas, el gobierno pronto podría encontrarse perdiendo la guerra de relaciones públicas y enfrentando una nueva amenaza.
El 5 de junio, un tribunal dictó una orden formal de detención contra Mireles, iniciando el proceso legal en su contra, informó Excelsior. Mireles, quien fue detenido el 27 de junio, poco después de liderar la toma por parte de una milicia de las autodefensas de una ciudad en el estado de Michoacán, al suroccidente del país, ahora será acusado de posesión ilegal de armas y drogas.
Sin embargo, se está construyendo una campaña para liberar a Mireles. En Michoacán, las milicias de las autodefensas y sus partidarios han organizado bloqueos en las carreteras y marchas de solidaridad, mientras que personalidades y organizaciones destacadas, que van desde los políticos mexicanos hasta el hacker Anonymous, públicamente los han respaldado. La abogada de Mireles incluso ha lanzado una campaña animando a la gente a afeitarse la cabeza en solidaridad, después de que aparecieran imágenes de un Mireles recién afeitado en la cárcel.
Un nuevo estudio publicado por la firma de encuestas Parametría sugiere que es probable que la campaña resuene entre los mexicanos. Según la encuesta, el 70 por ciento de los mexicanos tienen una "buena" o "muy buena" percepción del movimiento de autodefensa, informó Vanguardia. De los que conocían a Mireles, el 67 por ciento tenía una percepción positiva de él, aunque la encuesta se realizó antes de la detención Mireles.
Análisis de InSight Crime
La detención de Mireles se ha convertido en un punto focal para la brecha creada por la decisión del gobierno de México de legalizar las facciones del movimiento de autodefensa, que surgió en 2013 para luchar contra la organización criminal de los Caballeros Templarios en Michoacán.
Como evidencia la encuesta de Parametría, el éxito de las autodefensas en expulsar a los Caballeros Templarios le ha dado al movimiento un considerable apoyo público, y se encuentra en marcado contraste con la incapacidad del Estado para romper el bastión de los Caballeros en Michoacán.
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Aunque algunos líderes de las autodefensas ahora se han institucionalizado, uniéndose a los nuevos "Cuerpos de Defensa Rurales", otros como Mireles se han mantenido por fuera, operando en un limbo legal. Si los grupos rebeldes continúan tomando la iniciativa, mientras que las fuerzas legalizadas siguen siendo comparativamente inactivas, entonces este apoyo público bien puede ser transferido a las milicias ilegales.
Si el Estado da Mireles y a otras milicias ilegales espacio para operar, entonces socavaría todo el proceso de legalización. Sin embargo, si las autoridades siguen persiguiendo a figuras como Mireles, corren el riesgo de convertirlos en mártires, mientras ponen de relieve sus propios fracasos. Quizás aún más preocupante, también corren el riesgo de empujar a las milicias más hacia el camino de la ilegalidad y la criminalidad, al etiquetarlas como grupos al margen de la ley.