Por segunda vez este año, se descubrieron cultivos de coca y laboratorios de procesamiento en Panamá, lo que sugiere que el cultivo ahora se mueve sigilosamente a través de las fronteras de Colombia hacia los países vecinos.
Las autoridades fronterizas de Panamá descubrieron y destruyeron ocho hectáreas de coca con 54.500 plantas, en la provincia del Darién en el país. El cultivo fue encontrado a tres kilómetros de la frontera con Colombia, informó la agencia de noticias EFE.
Según Frank Ábrego, jefe del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), las autoridades también encontraron viveros con otras 20.000 plantas de coca listas para ser trasplantadas, 15 refugios y campamentos capaces de albergar a entre 10 y 15 personas. Según la Associated Press, las autoridades también destruyeron un laboratorio de procesamiento de coca, mientras que Telemetro informó que se encontraron dos laboratorios.
La Associated Press informó que agresores desconocidos dispararon contra las autoridades mientras se acercaban al sitio, antes de huir a la selva.
Análisis de InSight Crime
La plantación de coca recientemente descubierta era mucho mayor a la que fue encontrada en junio, la cual consistía de dos hectáreas y sólo 4.495 plantas, lo que sugiere que el cultivo, que ya ha cruzado de Colombia hacia Ecuador y Venezuela, ahora no sólo ha llegado a Panamá, sino que podría estar expandiéndose en el país.
Los cultivos de coca a pequeña escala se han descubierto en numerosas ocasiones en la región fronteriza con Ecuador, más recientemente en abril cuando las autoridades quemaron plantas de coca a 100 metros de la frontera con Colombia. Un extraordinario hallazgo de coca, lejos de la frontera, en Ecuador en 2012 sugiere que la producción puede estar estableciéndose cada vez más en el país. Investigación de campo de InSight Crime descubrió evidencia de que los cultivos de coca también han comenzado a cruzar la frontera con Venezuela, extendiéndose desde uno de los epicentros de cultivos de coca en Colombia: Norte de Santander.
Tres regiones fronterizas de Colombia tienen una cosa en común–la presencia de grupos guerrilleros–. La guerrilla, que ejerce el control sobre la mayor parte de los cultivos de coca de Colombia, se mueve de un lado a otro sobre las fronteras, usando a los países vecinos para escapar de la atención del ejército colombiano.
La región fronteriza de Panamá está dominada por el Frente 57 de las FARC, que está fuertemente involucrado en el tráfico internacional de cocaína y utiliza el Tapón del Darién, un área densamente boscosa, como base de operaciones, por lo que es probable que las FARC estén involucradas con los cultivos recientemente descubiertos.
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Si estos cultivos están, de hecho, vinculados a las FARC, esto contradiría las afirmaciones del Presidente panameño, Ricardo Martinelli, en julio pasado cuando dijo que Panamá había expulsado a las FARC fuera de la región durante su mandato.