Estados Unidos ha anunciado que destinará US$91,2 millones en fondos para programas de seguridad en El Salvador que no estén alineados con la tregua entre pandillas del país, planteando la cuestión de si ese país está buscando activamente socavar el proceso.
El dinero será dividido entre el fortalecimiento del sistema judicial, la mejora de las oportunidades educativas dentro y fuera de las escuelas, la prevención comunitaria del crimen y un programa llamado SolucionES, que busca evitar que los jóvenes ingresen a las pandillas, según informó la agencia de noticias EFE. SolucionES recibirá unos US$20 millones adicionales de fundaciones privadas.
El dinero hace parte del acuerdo bilateral de Asocio para el Crecimiento, que Estados Unidos firmó con El Salvador en 2011 y que tiene como objetivo "superar los obstáculos para el crecimiento económico" en el país; la inseguridad es considerada uno de esos obstáculos.
Análisis de InSight Crime
Aunque la financiación de los programas de seguridad en El Salvador, históricamente uno de los países más peligrosos del mundo, claramente es bienvenida, el hecho de que el dinero se mantenga aislado de la tregua entre la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18 genera preocupación. Es difícil imaginar cómo los programas de seguridad - especialmente aquellos que tratan de prevenir la delincuencia y disuadir a los jóvenes de unirse a las pandillas - puedan realmente ser eficaces si no trabajan de la mano de la tregua, una iniciativa que ha definido el panorama de la seguridad de El Salvador desde que entró en vigor en marzo de 2012 y que ha dado lugar a una reducción masiva en los homicidios.
La falta de apoyo financiero de Estados Unidos para las iniciativas vinculadas a la tregua entre pandillas podría plantear más preguntas sobre el grado de apoyo de ese país al proceso. Desde que los líderes pandilleros negociaron su acuerdo, Estados Unidos ha designado a la MS13 como una organización criminal transnacional (y más recientemente ha añadido a seis líderes de las Maras a una lista de sanciones económicas), emitió una advertencia de viaje contra El Salvador y le dijo que no a los funcionarios del gobierno que viajaron a Washington para solicitar financiamiento para el proceso. Aunque Estados Unidos no ha criticado explícitamente la tregua, sus acciones no equivalen a una aprobación.