Estados Unidos sentenció a un empresario mexicano por el lavado de millones de dólares en ganancias por drogas para la organización criminal los Zetas, con lo cual concluye un largo y engorroso proceso judicial que demuestra los problemas inherentes al enjuiciamiento en casos de lavado de dinero.
Un tribunal de Austin, Texas, sentenció a Francisco Antonio Colorado-Cessa a pagar 20 años en una cárcel federal por lavado de dinero y soborno, anunció el Departamento de Justicia (DOJ) en un comunicado de prensa del 23 de marzo.
En diciembre de 2015, un jurado federal condenó a Colorado-Cessa por el lavado de millones de dólares para los Zetas por medio de la compra, cría y entrenamiento de caballos de carreras en Estados Unidos. En enero de 2016, el empresario mexicano fue hallado culpable de conspiración para sobornar a un juez con US$1,2 millones a fin de recibir una sentencia reducida.
Cargos similares se le habían imputado a Colorado-Cessa por primera vez en 2013, pero en mayo de 2015 el tribunal de apelaciones del quinto circuito de Estados Unidos anuló la sentencia por lavado de dinero por un error técnico en los procedimientos judiciales. En octubre, la misma corte de apelaciones determinó que Colorado-Cessa podía retractarse de su declaración de culpabilidad por soborno y ordenó un nuevo juicio.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfiles de los Zetas
"La confirmación hoy de la sentencia de Francisco Colorado-Cessa a 20 años de prisión es la confirmación de que el pueblo estadounidense mantiene firme su sentencia de culpabilidad por lavado de dinero y soborno de la primera vez”, resaltó el agente especial William Cotter del Servicio Interno de Ingresos. Los fiscales de Estados Unidos también alegaron que en 2004, un líder de los Zetas ofreció a Colorado-Cessa un préstamo de varios millones de dólares como ayuda para su empresa de servicios petroleros ADT Petroservicios. La empresa, sumada a la lista negra por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en agosto de 2012, presuntamente recibió más de US$100 millones en contratos de la gigante petrolera estatal mexicana Pemex.
Análisis de Insight Crime
El litigio legal en torno a los múltiples procesos judiciales de Colorado-Cessa ilustra los problemas que conlleva el enjuiciamiento en casos de lavado de dinero. Pese al abrumador volumen de evidencia y al alto perfil de un escándalo que fue muy vergonzoso para Estados Unidos y México, concluir el caso les tomó casi cuatro años de trabajo a los fiscales, es decir, asumiendo que no haya nuevas apelaciones o revocamiento de condenas.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre lavado de dinero
Colorado-Cessa era un operador legal ideal para el plan de lavado de dinero de los Zetas. Los contratos de su empresa con Pemex eran una gran ventaja para una organización criminal que a lo largo del tiempo se ha beneficiado mucho del robo de petróleo. Y los Zetas habían dado señales de trascender la simple explotación de oleoductos, como cuando se descubrió a miembros del grupo operando un pozo de propiedad de Pemex en 2010. Pero Colorado-Cessa les dio algo mejor: una vía legal al grifo por medio de un contratista.
Eso, sin embargo, era una época diferente para el mundo del hampa en México. Los arrestos que siguieron al escándalo de los caballos de carreras fueron tan solo uno de varios golpes importantes asestados a los Zetas por ese tiempo, pues también hubo varios líderes capturados o dados de baja por las fuerzas mexicanas de seguridad. Aunque el grupo criminal sigue en funcionamiento al menos en nombre, están cada vez más fragmentados y ya no representan la amenaza regional que una vez fueron.