El esperado estudio sobre el uso de la coca en Bolivia ha encontrado que el país necesita cultivar más de 14.000 hectáreas para satisfacer la demanda legal; un número que representa más del doble de lo que afirma la oposición, pero sólo un poco más de la mitad de la producción actual.
Según información publicada por el gobierno de Bolivia, 14.705 hectáreas de coca –con la estimación de que cada hectárea produce 1.475 kilos de hoja de coca al año– son necesarias para satisfacer una demanda legal de 20.690 toneladas de hoja de coca y los productos derivados de la coca. La mayor parte del consumo se atribuye a los hogares, lo que representa 19.138 toneladas, con más de 3 millones de usuarios y contando, seguido por las ventas comerciales en las regiones fronterizas.
La mayor proporción de usuarios observados en el estudio –37 por ciento– dijo que utiliza las hojas para masticarlas (mambeo), mientras que el 31 por ciento dijo que ellos las utilizaban con fines medicinales. El senador Fidel Surco del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), explicó que el estudio estableció que cada masticador de coca utiliza unos seis kilos de hojas al año, informó La Razón.
Análisis de InSight Crime
El número citado en el estudio representa un ligero aumento sobre el tope legal actual de 12.000 hectáreas de coca, pero se mantiene muy por debajo del límite de 20.000 hectáreas que los cocaleros han tratado de asegurar y las 25.300 que realmente se producen, según cifras de Naciones Unidas.
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El estudio se ha llevado a cabo en un clima altamente politizado, con Morales, todavía líder de uno de los sindicatos cocaleros, impulsando políticas a favor de la coca para aplacar a su base política, mientras que la oposición política presiona hacia la línea dura contra los productores. El informe se ha convertido en un juego político en esta batalla, con el gobierno retrasando su publicación por varios años para completar los "estudios complementarios", mientras que recientemente un político de la oposición afirmó que había visto una copia anticipadamente que declaraba que sólo se necesitaban 6.000 hectáreas para el uso legal.
No obstante, hay muchas razones para creer en la veracidad de las conclusiones del informe. Kathryn Ledebur, directora de la Andean Information Network con sede en Bolivia, y experta en el tema, dijo a InSight Crime que la nueva cifra parece "razonable y creíble". La cifra también es apoyada por un estudio del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Vanderbilt, que encontró que el 36 por ciento de los bolivianos mastican hojas de coca.
Sin embargo, aunque la producción actual es casi el doble de la cantidad necesaria determinada por el estudio, es poco probable que los resultados sean objeto de un uso inmediato. Aumentar los esfuerzos de erradicación de inmediato sería social, económica y políticamente inviable para el gobierno, sobre todo frente a los recientes levantamientos contra la erradicación.