Semanas antes de las elecciones presidenciales de Colombia, el estratega político del actual presidente ha renunciado tras ser acusado de recibir US$ 12 millones de los principales capos del narcotráfico del país a cambio de negociar un plan para su desmovilización, en un caso que indica cómo los vínculos criminales continúan alcanzando los más altos niveles de la administración.
Según Semana, el acuerdo fue firmado por los capturados exlíderes de los Rastrojos Javier Antonio Calle Serna, alias "Comba", y Diego Pérez Henao, alias “Diego Rastrojo", junto con el fallecido líder del ERPAC alias "Cuchillo" y el capturado narcotraficante Daniel "El Loco" Barrera. Posteriormente el asesor presidencial J.J Rendón entregó la propuesta al presidente Juan Manuel Santos, quien rechazó el plan.
En diciembre de 2013, Calle Serna testificó que el nacional venezolano Rendón se reunió con los abogados de los narcotraficantes en tres ocasiones durante 2010 y 2011. Aunque Rendón niega haber recibido dinero de los jefes criminales, Semana informó que en junio de 2011 el consejero político creó una empresa llamada Tulum Investments en el estado de Delaware, Estados Unidos, a través de la cual compró un penthouse de US$ 4 millones al mes siguiente.
El 5 de mayo Rendón renunció para evitar "hacerle daño a la campaña [presidencial de 2014] del doctor Juan Manuel Santos”, informó El Tiempo. Las elecciones presidenciales de Colombia, en las que Santos se está postulando para un segundo periodo en el cargo, tomarán lugar el 25 de mayo.
Análisis de InSight Crime
La controversia en torno a Rendón sirve como recordatorio de cómo la infiltración criminal en la política colombiana llega hasta los más altos niveles. A lo largo de la actual administración, han ido surgiendo revelaciones que vinculan a los grupos paramilitares –a partir de los cuales emergieron muchas de las organizaciones criminales actuales del país- y políticos y funcionarios de seguridad activos durante la anterior administración de Álvaro Uribe. El expresidente también ha sido acusado de estos vínculos en varias ocasiones.
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Es poco probable que el más reciente intento desesperado de Rendón para distanciarse de la campaña presidencial de Santos salve la cabeza del actual jefe de Estado de otro escándalo electoral, después de que las elecciones al Congreso colombiano en marzo se vieran empañadas por acusaciones de vínculos criminales entre los candidatos victoriosos, incluyendo a algunos miembros del partido del presidente. Santos fue acusado de compra de votos.
Aunque Santos ha respaldado las afirmaciones de inocencia hechas por Rendón -quien también se desempeñó como su estratega en la campaña para las elecciones presidenciales de 2010- los detalles revelados por los medios de comunicación colombianos podrían ser extremadamente perjudiciales.