Un juez español ha ordenado un proceso judicial contra el director del equipo de fútbol Atlético de Madrid, también ex jugador internacional de España, por presunto lavado de dinero en nombre de narcotraficantes de México y Colombia, siendo esto una prueba más de los antiguos vínculos entre el fútbol y el crimen organizado.
Según el fiscal del caso, José Luis Pérez Caminero, un ex jugador y actual director del Atlético de Madrid, mantiene "contacto permanente" con uno de los líderes de una estructura de lavado de dinero que cambió billetes de poca denominación, producto de las operaciones del narcotráfico, por billetes más grandes. Al parecer acordó en marzo de 2009 cambiar más de US$200.000. Luego fue arrestado con cerca de US$80.000 en efectivo en su coche, pero después fue puesto en libertad.
El fiscal ahora ha ordenado un proceso judicial contra Caminero y todos los presuntos miembros de la red. Se cree que él es uno de los 14 miembros que utilizaron sus contactos en bancos o notarías de Madrid y Valladolid para lavar el dinero entregado por los narcotraficantes colombianos y mexicanos en una joyería de Madrid, informó El Mundo.
En total, tres estructuras interconectadas fueron desmanteladas por las autoridades españolas -la primera, los mexicanos, fueron responsables de suministrar la cocaína; la segunda, los colombianos, de su distribución; y la tercera, los españoles, del lavado de las ganancias-.
Caminero podría enfrentarse a cuatro años de prisión y pagar una multa de US$5 millones si es hallado culpable de los cargos.
Análisis de InSight Crime
El caso es notable tanto por su tamaño y su alcance transcontinental -se cree que sólo el lado mexicano de la red lavó más de US$80 millones en el transcurso de la operación- como por el protagonismo de Caminero, quien alguna vez fue uno de los mejores jugadores de fútbol de España.
También es otro ejemplo de los vínculos entre el fútbol y el narcotráfico, que comenzó con los narcotraficantes colombianos invirtiendo en equipos de fútbol como un símbolo de estatus en los años ochenta, pero desde entonces ha evolucionado para permitir que los criminales se beneficien directamente de este deporte.
Los clubes ahora son utilizados como frentes de lavado de dinero, como en el caso de un prominente terrateniente colombiano, quien fue detenido en Argentina en 2010, tras una investigación sobre las finanzas del club de fútbol Santa Fé, de Bogotá, que evidenció los vínculos de Luis Agustín Caicedo Velandia, alias "Don Lucho", con el Cartel del Norte del Valle.
Más recientemente, los criminales han comenzado a tomar ventaja de las oportunidades ofrecidas por los propios jugadores. En noviembre de este año, un jugador de fútbol argentino fue objeto de investigación por sospechas de que su registro había sido en parte propiedad de una banda de narcotraficantes locales, mientras que en El Salvador, 22 futbolistas fueron implicados recientemente en una red de arreglo de partidos, liderada por un criminal de Singapur.