Las pandilleras de Honduras están asumiendo un papel más activo en las actividades criminales, a medida que los líderes de las pandillas están siendo transferidos a prisiones de máxima seguridad, según informó un diario de Honduras. De ser cierto, las implicaciones a largo plazo podrían ser devastadoras.
Según se ha informado, las pandilleras están vendiendo drogas y llevando a cabo actividades extorsivas, un cambio con respecto a su papel tradicional de recoger dineros de extorsión y entregárselos a los líderes de las pandillas encarcelados, informó La Prensa.
Este cambio se puede estar dando porque los líderes de las pandillas están siendo transferidos a dos prisiones de máxima seguridad de Honduras: La Tolva y El Pozo, la última de las cuales fue creada el año pasado como parte de unos reajustes al atribulado sistema penitenciario del país. Según La Prensa, esto ha creado confusión en Barrio 18, y les ha dado la oportunidad a las pandilleras —mencionadas en el informe como "Varrio 18"— para desarrollar un papel más activo en las actividades de la pandilla.
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En estas cárceles de máxima seguridad, los líderes de Barrio 18 ya no tienen acceso a teléfonos celulares, los cuales, según La Prensa, anteriormente eran utilizados para transmitir órdenes. Los pandilleros que se disputan las posiciones de liderazgo ahora imponen y hacen cumplir las leyes de la pandilla, dando sus propias órdenes e involucrando a las pandilleras.
Un empresario de San Pedro Sula le dijo a La Prensa que actualmente las pandilleras recogen los dineros de las extorsiones. Sin embargo, según el empresario, ellas se confunden y piden cantidades de dinero más pequeñas que las que cobraban sus compañeros. Como resultado, el empresario ha dejado de pagar las extorsiones.
Análisis de InSight Crime
Si los informes son ciertos, la evolución del papel de las pandilleras de Honduras podría ser devastador. En primer lugar, esto invariablemente llevará a mayores tasas de encarcelamiento de mujeres, algo que ya está ocurriendo en Latinoamérica en general, donde el número de mujeres encarceladas está creciendo a un ritmo mayor que el número de hombres encarcelados.
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En segundo lugar, las mujeres son muy a menudo las cuidadoras. Y si más mujeres son encarceladas por participar en actividades criminales, sus dependientes pueden volverse aún más susceptibles a las influencias criminales.
Sin embargo, los informes sobre mujeres que toman papeles protagónicos en las organizaciones criminales han tendido a ser bastante exagerados. Las mujeres suelen ser utilizadas para recoger los dineros de las extorsiones, pero esto no significa que se estén convirtiendo en líderes de las pandillas. La mayoría de las mujeres siguen siendo encarceladas por actividades criminales menores y por posesión de drogas.