En medio de las denuncias por el alto nivel de penetración del narcotráfico en la policía de Bolivia, las autoridades indicaron que un exgeneral colaboró con el Cartel de Sinaloa, lo cual permitió que el grupo mexicano expandiera sus operaciones en esta estratégica nación andina.
Después de años de sospechas, el exjefe de la policía Óscar Nina fue arrestado por supuestamente beneficiarse de vínculos con narcotraficantes. El ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, le dijo a la prensa que "lo cierto es que hubo una relación" entre Nina, en su momento jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia, y el hijo del antiguo líder del Cartel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo" Guzmán, informó Jornada.
Moldiz confirmó que Jesús Guzmán, hijo de El Chapo, viajó a la ciudad oriental de Santa Cruz en 2011, donde asistió a una escuela de aviación y se reunió con miembros de la FELCN, lo cual explica un explosivo informe publicado en 2011 por la cadena de televisión Univision, que detallaba los vínculos entre el Cartel de Sinaloa y la policía boliviana. Univision citó informes de inteligencia que muestran que el Cartel de Sinaloa incursionó en el tráfico de drogas en Santa Cruz con la complicidad de funcionarios de la FELCN, incluyendo a Nina. En ese momento, el gobierno denunció la investigación como una campaña de desprestigio.
Ahora, los investigadores dicen que Nina acumuló una fortuna de US$3 millones, según La Razón. El fiscal del caso ha ordenado el embargo de todos los bienes del general.
Análisis de InSight Crime:
Los presuntos vínculos de Nina con el crimen organizado mexicano destacan la creciente importancia de Bolivia como nación de tránsito de drogas. Tal como InSight Crime lo ha informado, producir cocaína en Bolivia es más barato que hacerlo en Colombia; adicionalmente, el país ofrece un puente entre las regiones productoras de coca de Perú y los mercados de consumo de Brasil, Argentina y Europa. La presencia de narcotraficantes colombianos en Bolivia ha sido bien documentada, ya que las condiciones en el país facilitan el crimen transnacional.
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En los últimos años, el Cartel de Sinaloa ha tratado de aumentar su control sobre la cadena de suministro de Suramérica. Teniendo en cuenta los deseos de expansión del Cartel de Sinaloa, la presunta presencia del grupo en Santa Cruz puede indicar que el crimen organizado mexicano está tratando de sacar provecho de los menores costos de traficar cocaína a través de Bolivia. De hecho, un piloto relacionado con el Cartel de Sinaloa fue asesinado por la policía de Perú en 2013 mientras trataba de transportar 270 kilos de cocaína hacia Bolivia.