Autoridades de Bolivia acusaron de corrupción, extorsión y chantaje a la examante del presidente Evo Morales, un caso que hace de Bolivia el más nuevo integrante del grupo de países en los que se quiebra la impunidad que ampara a las élites latinoamericanas.
En conferencia de prensa el 13 de mayo, el ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana presentó evidencia contra una red delictiva de extorsión en la que participaba Gabriela Zapata Montaño, informó La Razón.
Quintana también denunció a Cristina Choque, exdirectora de la Unidad de Gestión Social, dependencia de la Oficina de la Presidencia, por dirigir la operación junto con Zapata. Ricardo Alegría Sequeiros, exdiputado del Senado boliviano, también ha estado implicado en el complot, que fue descrito como una "mafia" en el gobierno.
Aunque no entregó muchos detalles del funcionamiento de la red, Quintana afirmó que entregará a los fiscales del Ministerio Público la evidencia develada por su oficina.
Los problemas judiciales de Zapata comenzaron el 26 de febrero, cuando fue arrestada por sospecha de enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y lavado de dinero.
Zapata fue gerente comercial de la firma china CAMC, que en los últimos años recibió unos US$500 millones en contratos con el gobierno. Se dice que mantuvo una relación sentimental con el presidente Morales entre 2005 y 2007, como resultado de lo cual hay un hijo. Su relación solo se hizo pública a comienzos de 2016.
Análisis de InSight Crime
Con la nueva evidencia presentada por los ministros del gobierno contra Zapata, parece que el caso se convertirá en el nuevo escándalo de corrupción que toca a las élites políticas en Latinoamérica.
El mayor escándalo aconteció en Guatemala, donde el presidente y la vicepresidenta fueron derrocados en 2016, y actualmente esperan ir a juicio por acusaciones de dirigir una red de fraude aduanero. La actual primera dama de Perú, Nadine Heredia, también ha sido perseguida por denuncias de corrupción, mientras que en Argentina el escándalo de corrupción en contratos de obras públicas, en desarrollo, conocido como "Ruta K" amenaza con mancillar el legado del fallecido expresidente Néstor Kirchner, y la reputación de su esposa y sucesora en la presidencia, Cristina Fernández de Kirchner.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre Élites y Crimen Organizado
Esta oleada de investigaciones, que inunda las más altas esferas del poder político, indica que las élites regionales corruptas pueden no estar tan seguras como en el pasado. Sin embargo, la corrupción en Latinoamérica está bien arraigada y queda mucho camino por recorrer para que la región pueda liberarse de su dominio.