Las autoridades han arrestado al hermano de Álvaro Uribe por supuestamente conformar una organización paramilitar durante los años noventa, lo cual genera nuevas preguntas acerca de qué tan profundamente penetró el crimen organizado a la administración del expresidente de Colombia.
El 29 de febrero, la policía de Medellín arrestó a Santiago Uribe, acusado de crear un escuadrón de la muerte de paramilitares de extrema derecha conocido como Los Doce Apóstoles, informó BBC. Los Doce Apóstoles están vinculados a decenas de desapariciones forzadas y asesinatos en el departamento de Antioquia, donde el hermano mayor de los Uribe, Álvaro, fue gobernador durante los años noventa, para luego convertirse en presidente de Colombia entre 2002 y 2010.
El principal testigo en este caso es el mayor de la policía en retiro Juan Carlos Meneses, quien declaró en 2010 que Santiago creó y dirigió a Los Doce Apóstoles con la complicidad de las fuerzas de seguridad oficiales. También dijo que él no tenía ninguna evidencia que vinculara al expresidente con el grupo paramilitar. Santiago Uribe ha negado estas acusaciones.
El expresidente estaba en Estados Unidos en el momento del arresto de su hermano, pero se espera que llegue a Medellín el 1° de marzo.
Análisis de InSight Crime
Con el arresto de Santiago Uribe, la pregunta ahora es qué tan profundamente la administración de Álvaro Uribe estuvo vinculada con el crimen organizado y las redes paramilitares. No está claro si sólo hubo elementos aislados de su administración involucrados con los criminales, si Uribe dirigió un régimen criminal como tal, o si la verdad está en algún lugar en el medio de estas dos posibilidades.
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Uribe terminó su mandato presidencial en 2010 con altísimos índices de popularidad, gracias a su fuerte ofensiva contra las guerrillas de izquierda, pero desde entonces ha sido asediado por escándalos y denuncias de corrupción que ocurrieron durante su administración. El exministro de Agricultura de Colombia, Andrés Felipe Arias, fue arrestado en 2011 por cargos de corrupción, mientras que dos altos funcionarios de Uribe fueron condenados el año pasado por su papel en un escándalo de espionaje telefónico.
Varios miembros de la familia de Uribe también han sido vinculados a organizaciones criminales. Su primo, Mario, fue detenido en 2008 como parte del denominado escándalo de "parapolítica", en el que decenas de políticos fueron detenidos por sus vínculos con grupos paramilitares durante el gobierno de Uribe. En 2012, funcionarios colombianos extraditaron a la madre de la sobrina de Uribe a Estados Unidos, por cargos de narcotráfico y lavado de dinero, y el propio expresidente ha sido relacionado directamente con el otrora poderoso Cartel de Medellín.
El arresto de Santiago Uribe ocurre en un momento crucial, en el que Colombia entra en la recta final de un largo proceso de paz con el grupo guerrillero marxista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El mayor de los Uribe, que actualmente es senador afiliado al partido político Centro Democrático, ha sido la voz líder de la oposición a un posible acuerdo de paz con las FARC.