El expresidente de Guatemala Alfonso Portillo, se ha declarado culpable de recibir sobornos y de lavado de dinero ante un tribunal de Nueva York, un acontecimiento que podría significar un problema para las élites guatemaltecas corruptas, acostumbradas a disfrutar de impunidad por sus crímenes.
El 18 de marzo, Portillo -quien dirigió a Guatemala entre 2000 y 2004- admitió en una corte federal de Manhattan que aceptó US$ 2,5 millones en sobornos de funcionarios taiwaneses a cambio de reconocimiento diplomático, informó Prensa Libre.
Portillo dijo que aceptó los sobornos entre diciembre de 1999 y agosto de 2002, transfiriendo el dinero a cuentas bancarias en Estados Unidos, en Miami y Washington DC, a través de bancos guatemaltecos. “Yo sabía entonces que lo que estaba haciendo estaba mal y me disculpo por mis delitos, tomo la responsabilidad de ellos y acepto las consecuencias de mis acciones”, declaró Portillo en la corte.
La admisión de culpabilidad es aparentemente resultado de un acuerdo con el fiscal, y sus términos aún permanecen poco claros. Se espera que Portillo reciba una condena de cuatro a seis años en prisión, y probablemente será deportado a Guatemala después de cumplir con ésta. La sentencia se conocerá el 23 de junio.
Análisis de InSight Crime
La admsión de culpabilidad de Portillo se presenta tras una larga saga, en la que ya había evitado ser enjuiciado y condenado. Primero huyó a México en 2004 para escapar de los cargos en Guatemala, sólo para ser extraditado de vuelta en 2008. Aunque fue dejado en libertad bajo fianza, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de las Naciones Unidas, comenzó a construir un caso contra Portillo, y fue detenido de nuevo en 2010 mientras intentaba subir a un barco y huir del país.
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Sin embargo, a pesar de la fuerte evidencia de que robó millones de dólares del Ministerio de Defensa durante su presidencia, fue absuelto en mayo de 2011. Después, un tribunal guatemalteco dictaminó en noviembre de 2011 que debía ser extraditado a Estados Unidos para enfrentar más cargos, Portillo llegó a allí en mayo de 2013.
La absolución de Portillo en Guatemala fue vista como un gran fracaso de la CICIG y el sistema de justicia del país, sin embargo, su admisión de culpabilidad y su enjuiciamiento en Estados Unidos, pondrá alerta a muchos miembros de las élites guatemaltecas.
Si bien los detalles del acuerdo de Portillo con los fiscales de Estados Unidos siguen siendo desconocidos, es posible que incluya evidencias acerca de las redes criminales dentro de los niveles más altos de gobierno y de la sociedad guatemalteca. Entre ellos pueden estar incluidos los cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad (CIACs) -redes construidas alrededor del aparato de inteligencia del país durante la guerra civil de 30 años que terminó en 1996, y que posteriormente se establecieron como poderosas presencias criminales.