Nuevos estudios del gobierno de Honduras han revelado que la extorsión al sector de transporte en el país genera a los grupos criminales ganancias superiores a los US$27 millones al año, lo que destaca la magnitud de un crimen que se extiende por Centroamérica.
Estudios realizados por la Secretaría de Seguridad de Honduras encontraron que más de 15.000 autobuses y taxis en Tegucigalpa y San Pedro Sula, que son extorsionados y obligados a pagar el llamado "impuesto de guerra", contribuyen con un estimado de US$27,4 millones a las ganancias de las organizaciones criminales, informó El Heraldo.
El enorme volumen de estas ganancias ha hecho, según los informes, de la extorsión una de las empresas más lucrativas de Honduras, costando al sector transporte más de US$1,2 millones al mes en el Distrito Central de Honduras -Tegucigalpa y Comayaguela- y más de US$1 millón al mes en San Pedro Sula. La investigación encontró que los propietarios de las empresas de autobuses en estos dos lugares pagan una tarifa diaria de entre US$15 y US$30 por autobús.
Los trabajadores del sector de transporte de Tegucigalpa recientemente se declararon en huelga para exigir acciones por parte del gobierno frente a la creciente extorsión. Los trabajadores dijeron a El Heraldo que habían pedido apoyo a la Secretaría de Seguridad, y que el Estado les había recomendado seguir pagando las cuotas de extorsión hasta que se encontrara una solución.
Durante los últimos cuatro años, al menos 350 empleados del sector del transporte han sido asesinados, y el 80 por ciento de estas muertes han estado relacionadas con el pago de extorsiones, informó El Heraldo.
Análisis del InSight Crime
La extorsión al transporte es parte de un fenómeno más amplio que tiene consecuencias económicas y sociales devastadoras en Honduras. Se estima que las pandillas de Tegucigalpa extorsionaron con alrededor de US$15 cada semana a 14.000 vendedores callejeros y vendedores de quioscos de la ciudad en 2013, y que contribuyeron al cierre de un estimado de 17.500 empresas en un año.
La extorsión también es una fuente importante de ingresos para las pandillas en los países que, junto con Honduras, conforman el "Triángulo Norte" -Guatemala y El Salvador. En El Salvador, alrededor del 70 por ciento de las pequeñas empresas han denunciado haber sido extorsionadas, mientras la actividad genera a las pandillas ingresos de casi US$1,5 millones al mes. Los grupos criminales a menudo también tienen como blanco al sector de transporte de Guatemala y, así como en Honduras, con frecuencia se reporta el asesinato de trabajadores del sector de transporte.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre extorsión
Para los gobiernos del Triángulo del Norte, el crimen ha sido difícil de combatir. Un programa que colocó agentes encubiertos en los autobuses de El Salvador, fue interrumpido el año pasado por falta de fondos. En Honduras, los intentos para combatir la extorsión de autobuses por medio de patrullas han mostrado pocos resultados.
El nuevo presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se ha comprometido a ser duro con el crimen, pero aún permanece la cuestión de si abordará el creciente problema con mayor éxito que su predecesor.