Brasil ha desarticulado varias redes extendidas y sofisticadas de falsificación de dinero en los últimos meses, lo que indica que grupos criminales con la capacidad tecnológica para imprimir moneda falsa ven una oportunidad en la crisis económica creada por la pandemia de coronavirus.
En diciembre, se descubrió que varios sitios web brasileños vendían billetes de 50, 100 y 200 reales (US$10, US$20 y US$40), según una investigación de TecMundo. Los portales, que anunciaban el dinero falso como una manera de “aumentar sus ingresos”, pregonaban que los falsificadores tenían “nueve años de experiencia" y prometían que "los billetes pasarían las pruebas del lápiz y la luz ultravioleta". Los ciberciminales incluso anunciaron sus servicios por medio de Google AdWords.
Antes de eso, la policía brasileña decomisó cerca de 500.000 reales (unos US$100.000) en billetes falsos durante un operativo realizado en la ciudad de São Paulo, en lo que la policía calificó como uno de los decomisos de moneda falsa más grandes de la historia de Brasil.
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La policía federal estimó que solo esta red criminal —que describieron como el mayor grupo criminal del país dedicado a la producción y distribución de moneda falsa en el mercado interno— había puesto en circulación más de 10 millones de reales (poco menos de US$2 millones) en billetes falsos, según informó UOL.
El decomiso ocurrió en medio de una serie de operaciones contra el próspero negocio de moneda falsa en el país.
A comienzos de julio, la policía federal de Brasil desarticuló una de las instalaciones clandestinas de falsificación más grandes del país en São Paulo. La agrupación usaba equipos muy sofisticados para producir billetes de 100, 50, 20 y 10 reales. En total, la policía confiscó 77.980 billetes falsos, por un valor superior a los 2 millones de reales (US$400.000), según un comunicado oficial.
La policía también descubrió un laboratorio de falsificación en Río Grande do Sul. Y en septiembre, la policía desmontó una operación de moneda falsa que había producido más de 10 millones de reales (US$2 millones) en Minas Gerais.
Los grupos criminales producen billetes falsos en estas instalaciones que se encuentran por todo Brasil para luego venderlos en línea, muchas veces por medio de aplicaciones de mensajería, como WhatsApp y Facebook Messenger. Cuando se vende, el dinero falso se mete en sobres y se lleva a la oficina de correos para su envío a cualquier lugar de Brasil.
Esta actividad no es un fenómeno nuevo en absoluto. En 2019, las autoridades brasileñas decomisaron 440.000 billetes falsos, por valor de más de 27 millones de reales (US$5 millones), como informó Estadão.
Análisis de InSight Crime
Para los grupos criminales en busca de nuevas fuentes de ingresos, en especial cuando el narcotráfico y la trata de personas se han visto gravemente afectados por la pandemia, la falsificación de moneda ofrece un riesgo relativamente bajo e importantes ganancias.
La policía federal decomisó más dinero moneda entre enero y julio de 2020 que en todo lo corrido de 2019, según un reportaje de Domingo Espetacular.
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Una red criminal vendía entre 4.000 y 10.000 billetes falsos por semana, y cobraba a sus clientes alrededor del 10 por ciento del valor nominal de los billetes, de acuerdo a las averiguaciones de Domingo Espetacular, que citó mensajes exclusivos de WhatsApp de una investigación policial sobre un laboratorio clandestino en Río Grande do Sul. Esto indica que un solo laboratorio podía llegar a ganar medio millón de reales (US$100,000) a la semana con la producción de 5 millones de reales (US$1 millón) en billetes falsos.
Los falsificadores brasileños usan sofisticados equipos y métodos para producir billetes prácticamente indiferenciables del dinero real. En un operativo reciente en Río Grande do Sul, la policía incautó impresoras offset, papel de alta calidad, tinta especial e incluso una máquina especial usada para falsificar sellos de agua y otras características de seguridad.
Para combatir este delito transnacional, el Banco Central de Brasil lanzó en 2014 una aplicación para teléfonos que ayuda a identificar moneda falsa. Dicha herramienta, llamada Dinero Brasileño (Dinheiro Brasileiro), permite al usuario tomar una fotografía de un billete y mostrar todas las características de seguridad para verificar si es genuino o falso.
Una de las organizaciones líderes contra la falsificación en el país, la Asociación Brasileña de Lucha contra la Falsificación (Associação Brasileira de Combate à Falsificação, ABCF), trabaja en coordinación con las autoridades para ayudar a identificar y confiscar moneda falsa. El director, Rodolpho Ramazzini, declaró a la organización de noticias brasileña R7 en junio que “las ventas de moneda falsa aumentaron cerca de 20 por ciento durante la pandemia”.
Brasil no es el único país de América Latina en que los billetes falsos son una ayuda para los grupos criminales. Perú y Colombia se cuentan entre los países en los que ha habido una proliferación de dólares estadounidenses falsos. La falsificacion en esos países también se ha visto animada por la demanda de dólares en Venezuela, donde esta es la moneda de facto, luego de que el bolívar venezolano perdiera prácticamente todo valor.