Las autoridades de Guatemala han capturado al hijo de un narcotraficante importante, quien será extraditado a Estados Unidos, a medida que se cierra el cerco alrededor de una de las familias criminales más tradicionales del país.
Waldemar Lorenzana Cordón, homónimo de su encarcelado padre, fue capturado el 17 de septiembre en el departamento suroriental de Zacapa, luego de una operación conjunta realizada por los fiscales guatemaltecos antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC) y la DEA, informó Prensa Libre.
Mauricio López Bonilla, ministro de Gobernación de Guatemala, anunció que se tendrá en cuenta la solicitud de extradición pendiente por parte de Estados Unidos, señaló elPeriódico.
Es el más reciente golpe a los Lorenzana, una organización narcotraficante familiar con vínculos con Cartel de Sinaloa de México. El patriarca de la familia, Waldemar Lorenzana Lima, fue capturado en abril de 2011, seguido por su hijo y hermano de Waldemar, Elio Lorenzana Cordón, en noviembre de 2011. En agosto de 2012, las autoridades guatemaltecas concedieron una solicitud de extradición por Waldemar padre.
A finales del año pasado, el Tesoro de Estados Unidos sancionó a Ovaldino Lorenzana Cordón y Marta Julia Lorenzana Cordón, quienes según elPeriódico son ahora los miembros restantes de la familia directa que supervisan las operaciones del clan.
Análisis de InSight Crime
Mientras que la captura del joven Waldemar Lorenzana representa una victoria para las autoridades guatemaltecas y la DEA, la sitiada organización aún no está acabada.
No obstante, incluso si las autoridades desmantelan con éxito la red, podría no tener efectos catastróficos sobre la dinámica del narcotráfico en Guatemala. Los Lorenzana son sólo una de las muchas organizaciones que trabajan con el Cartel de Sinaloa, la organización mexicana dominante en el país a raíz de la debilitación de los Zetas.
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Si bien esta última detención es otro duro golpe a los Lorenzana, el mundo criminal en Guatemala ha demostrado ser capaz de reaccionar a problemas similares en el pasado, y las redes de transporte rivales llenan fácilmente los vacíos que aparecen. Mientras otras redes delictivas, como los Mendoza, continúan escapando de la atención de las autoridades, las victorias reclamadas por las autoridades son en su mayoría superficiales.