El fiscal general de Costa Rica declaró que los carteles mexicanos están reclutando y entrenando a grupos criminales locales, un indicio más de la evolución en la relación entre las redes de narcotráfico en estos dos países.
En una entrevista con El Universal, el jefe de la Fiscalía General costarricense Jorge Chavarría comentó que los carteles reclutan a delincuentes locales y los llevan a México, donde les enseñan sus estrategias con el fin de que las apliquen en casa.
Aunque Chavarría no especificó qué carteles están reclutando, las autoridades antidrogas han confirmado que el Cartel de Sinaloa y Los Zetas son las organizaciones narcotraficantes más activas en Centroamérica, según El Universal. Se dice que también La Familia Michoacana y el Cartel del Golfo mantienen presencia en la región.
Chavarría atribuyó el alza en la tasa de homicidios en Costa Rica a la "mexicanización" de los grupos criminales de Costa Rica.
"Tenemos un incremento de la violencia porque las organizaciones locales de narcotraficantes aplican la estrategia mexicana de control del territorio", explicó.
El fiscal general también señaló el papel de los carteles mexicanos en el aumento de la demanda de cocaína entre los consumidores en países de tránsito de drogas, como Costa Rica.
"Hemos visto una amplia expansión [de la demanda]... La demanda no es solo en Estados Unidos y Europa, sino que tenemos una demanda interna en todos los países de la región, y que obviamente viene creciendo por una presión de la oferta [de estupefacientes], porque la colaboración para el trasiego hacia Estados Unidos se paga con droga y no en dólares [estadounidenses]".
Análisis de InSight Crime
Aunque Costa Rica lleva varios años como zona de tránsito crucial para los carteles mexicanos que intentan transportar cocaína a Estados Unidos, el reclutamiento y adiestramiento de las pandillas locales es una señal de que está emergiendo una nueva dinámica de poder en el hampa costarricense.
En México los carteles se han fragmentado por la mayor presión sobre la seguridad, lo que deja espacio a los grupos costarricenses para asumir un rol más importante en el tráfico transnacional de estupefacientes. En noviembre de 2016, la policía antinarcóticos de Costa Rica desmanteló una red narcotraficante local vinculada al Cartel de Sinaloa. La operación terminó con la captura de 14 personas, además de la incautación, el decomiso de tres toneladas de drogas y US$1,7 millones.
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Otro factor que refuerza los grupos criminales en Costa Rica es el aumento del consumo local de estupefacientes que mencionó Chavarría. Los altos índices de consumo de cocaína aumentan las ganancias de los grupos narcotraficantes locales, lo que a su vez genera mayor competencia y la necesidad de armas de mayor poder. Chavarría señaló además que los grupos mexicanos están armando a las pandillas costarricenses con fusiles AK-47 y granadas.
En Costa Rica, el hampa estuvo históricamente bajo la influencia de las organizaciones narcotraficantes colombianas, pero los grupos mexicanos llegaron a ser el poder dominante tras la caída de los carteles de Cali y Medellín.