La violencia de pandillas representa dos terceras partes de los homicidios en El Salvador, según cifras de la Fiscalía General de la República, un aporte significativo al récord de violencia en el país.
La Fiscalía General de la República de El Salvador anunció los resultados de un análisis de cierre de año sobre crimen, afirmando que 65 por ciento de los homicidios cometidos en 2015 fueron cometidos por pandilleros, informó La Prensa Gráfica.
Los datos del informe presentado por la Fiscalía General también señalaron el enorme incremento de la violencia y la actividad criminal en el último año. En comparación con 2014, este año vio un alza de 74 por ciento en los homicidios.
El Salvador ya supera a Honduras en términos de violencia, afirmó El Diario de Hoy, con una tasa de 90 homicidios por 100.000 ciudadanos.
El informe también resaltó el alza en los casos de “homicidio múltiple”, en los que hubo dos o más víctimas. Desde 2014, el número de homicidios subió casi 200 por ciento, hasta 450 casos en 2015.
Análisis de InSight Crime
El informe del fiscal general ofrece datos importantes de una crisis en continuo aumento en El Salvador, dando una responsabilidad mayor a las pandillas por el alza en la violencia.
A comienzos de noviembre, un estudio de la policía señaló que casi el 70 por ciento de las víctimas de muertes violentas en El Salvador no tenían conexión con las pandillas. Esto subvertía la versión tradicional del gobierno de que la mayor parte de la violencia en el país tenía que ver con conflictos entre pandillas, y no afectaba a los civiles en general.
Es más, la policía y otros presuntos grupos vigilantes han estado vinculados a masacres de civiles y supuestos pandilleros. Y muchos analistas han notado un aumento en dicho tipo de violencia
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Sin embargo, los números tanto de la policía como del fiscal general indican que la violencia de pandillas tiene un impacto cada vez mayor. Junto a las víctimas civiles —incluyendo a los caídos en masacres ejecutadas por la policía—, la violencia de las pandillas ha apuntado con mayor fuerza a la policía, el ejército y las fuerzas de seguridad pública, en el intento de la pandilla callejera Mara Salvatrucha (MS13) por ganar mayor control de las operaciones de narcotráfico, según un informe reciente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
La violencia de las pandillas contra las fuerzas de seguridad también se ha recrudecido, con la supuesta intensificación de los esfuerzos de la MS13 y su rival Barrio 18 por presionar al gobierno para que restablezca la tregua de 2012 y reduzca las iniciativas contra las pandillas. Todos estos factores juntos han contribuido a índices de violencia que no se veían desde la guerra civil de El Salvador.