Una excandidata a alcaldesa convertida en cabecilla criminal en Guatemala escapó de uno de los centros de detención del país, una ilustración más de cómo las instituciones corruptas perjudican el ejercicio de la justicia y el estado de derecho.
Marixa Ethelinda Lemus Pérez, alias "La Patrona", escapó del centro de detención militar Mariscal Zavala. Sin embargo, no se conoce cuándo ocurrió exactamente la fuga, infromó Prensa Libre.
En el momento, la principal teoría es que Lemus Pérez se vistió de guardiana de seguridad y salió por la puerta principal de la cárcel con ayuda de algunos empleados de la instalación.
Ocho funcionarios del centro están detenidos por el hecho, entre ellos el director de la cárcel y el jefe de seguridad.
Lemus Pérez está acusada de liderar una banda criminal dedicada al secuestro y el homicidio. En marzo de 2015, ella y otros miembros de su red fueron condenados hasta a 90 años de cárcel por el secuestro y asesinato de la tía de Lemus Pérez, Amanda Lemus, y por la muerte del esposo del que se había separado, Álvaro Mejía, informó Prensa Libre en diferentes notas.
Aún no es claro cuándo ocurrió exactamente la fuga de Lemus Pérez. Existe cierta especulación, según Prensa Libre, de que pueda haber escapado desde la semana pasada luego de comparecer en una audiencia por otras acusaciones de homicidio en su contra.
Desde entonces las autoridades instalaron un operativo de búsqueda dentro de la base militar y en los alrededores. En el operativo participan miembros de la policía, el sistema penitenciario y las fuerzas armadas.
Análisis de InSight Crime
La fuga de La Patrona ilustra el control casi total que tienen los criminales en el país aún después de ser encarcelados, lo que ha contribuido a corromper aún más el sistema penitenciario del país y socavar la fe en sus instituciones judiciales.
Quizás el ejemplo más notorio de esta dinámica sea el caso de Byron Lima, exagente de las fuerzas especiales del ejército guatemalteco, quien fue sentenciado a veinte años de prisión por el homicidio del obispo Juan Gerardi, en 1998.
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Poco después de su traslado a la prisión Pavón en noviembre de 2015, Lima tomó control de la mitad de la cárcel, usando sus más de tres décadas de experiencia militar y de inteligencia para protegerse. Pero, la suerte de Lima se acabó el 18 de julio de 2016, cuando el llamado "rey" de las cárceles de Guatemala fue asesinado.
También se sabe que algunos miembros de las antiguas élites políticas del país desde la cárcel ejercen gran poder. En diciembre de 2016, un informe señalaba que el expresidente guatemalteco en prisión Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, acusados de dirigir una masiva red de corrupción, seguían ejerciendo poder sobre las estructuras criminales que habían montado, pese a estar privados de la libertad.
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El sistema penitenciario en Guatemala es notoriamente corrupto, y no es de sorprender que La Patrona pudiera escapar con tal facilidad, en especial si se tiene en cuenta el poder de su familia en Guatemala. La total falta de control del estado sobre las cárceles del país se evidenció una vez más esta semana en un video que muestra a un alto funcionario de las cárceles en Guatemala negociando con cabecillas de la mara Barrio 18.
Casos como este por lo general cobran la cabeza del titular del Ministerio del Interior, quien está a cargo del sistema penitenciario y de policía. Sin embargo, el actual ministro del Interior, Francisco Manuel Rivas Lara parece estar haciendo esfuerzos por reformar el sistema carcelario luego de que su predecesor Mauricio López Bonilla pusiera el poder de su cargo en el gobierno al servicio de un estado mafioso que se consolidó en la administración de Pérez Molina. Aunque por el momento no hay evidencia concreta que apoye la teoría de que la fuga de La Patrona se orquestó como un intento de afectar las iniciativas de reforma de Rivas Lara, la dinámica criminal actual e histórica del país apunta a esa posibilidad.