Las autoridades de Haití están actuando deprisa para recapturar a más de 300 presos que escaparon durante un ataque a una prisión cercana a la capital; una señal de las graves deficiencias que hay en el sistema judical del país.
Según las autoridades de Haití, el ataque contra la cárcel Croix des Bouquets, que tuvo lugar el 10 de agosto, se llevó a cabo con el fin de liberar a Clifford Brandt, el hijo de un millonario hombre de negocios quien está acusado de liderar una banda de secuestradores, informó El Nacional. Un total de 329 presos, entre ellos Brandt, escaparon durante un tiroteo entre los guardias y los delincuentes armados.
Tras el ataque, las autoridades haitianas establecieron puestos de control de la policía y reforzaron la seguridad en la frontera con República Dominicana, informó el Miami Herald. El 11 de agosto, el jefe de la policía nacional Godson Orelus afirmó que las autoridades habían recapturado hasta 10 reclusos. Brandt fue detenido al día siguiente, cerca de la frontera con República Dominicana, después de que el gobierno de Haití ofreciera una recompensa de US$22.000 por información que condujera a su arresto.
Orelus dijo que las autoridades estaban llevando a cabo una investigación para determinar si el ataque había sido planeado por individuos dentro de las instalaciones de la prisión, informó el Miami Herald.
Análisis de InSight Crime
La fuga de presos pone de relieve las deficiencias de los tribunales y el sistema penitenciario de Haití, que han fallado en llevar a juicio de manera rápida o albergar de manera adecuada a un gran número de prisioneros. El país tiene uno de los sistemas penitenciarios más superpoblados del mundo, con una ocupación que supera en un 400 por ciento su capacidad, según el Centro Internacional para Estudios Penitenciarios (International Centre for Prison Studies). Esto se debe en parte al uso excesivo de la prisión preventiva, donde el 70 por ciento de la población carcelaria aún está a la espera de ser juzgado. Según el Miami Herald, Brandt había estado en prisión preventiva durante 22 meses en la prisión Croix des Bouquets, la cual albergaba a 899 reclusos en un espacio diseñado para un máximo de 768.
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La última gran fuga de presos en Haití ocurrió durante el terremoto que sufrió el país en 2010, el cual destruyó la Penitenciaría Nacional, permitiendo el escape que 4.500 presos. La devastación causada por el terremoto minó gravemente la seguridad en Haití, y la reciente fuga de presos representa otro golpe a los esfuerzos del país por reconstruir sus instituciones.
Si se comprueba, la capacidad de Brandt para organizar una fuga masiva es una señal preocupante para las autoridades, y podría desalentar a los testigos de declarar contra los criminales por temor a que puedan escapar.
Brandt confesó liderar una banda de secuestradores, la cual también estuvo involucrada en lavado de dinero y tráfico de armas. Se le acusa de participar en el secuestro de los hijos de un banquero millonario en 2012, junto con otras 18 personas, entre ellas varios policías.