Un alto funcionario militar estadounidense destacó los esfuerzos realizados por Honduras en su batalla contra el tráfico de drogas, al señalar que la nación ya no se encuentra entre los principales países de tránsito para la cocaína que va hacia Estados Unidos. Sin embargo, hay razones para desconfiar de una perspectiva tan optimista.
En una entrevista con el periódico hondureño El Heraldo, el general John Kelly, jefe del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM por sus iniciales en inglés), afirmó que antes de que el presidente Juan Orlando Hernández asumiera el cargo en enero de 2014, Honduras era el principal país de tránsito para la cocaína proveniente de Suramérica con destino a Estados Unidos. Sin embargo, Kelly señala que, desde entonces, Honduras ha descendido al quinto lugar en la región, aunque el alto militar se negó a mencionar los cuatro principales países de tránsito de drogas.
Kelly atribuye esta importante mejora a los “increíbles” esfuerzos de Honduras para combatir el tráfico de drogas y al aumento de la cooperación del gobierno de Hernández con funcionarios antidrogas de Estados Unidos. “Desde que el presidente Hernández está en Honduras [en la Presidencia] tenemos una muy buena colaboración en todos los temas”.
El general dijo que el sistema de radares reveló que el número de narcoaviones que sobrevuelan el espacio aéreo de Honduras ha disminuido significativamente “hasta el punto que casi no vemos ninguno”.
Análisis de InSight Crime
Estados Unidos y Honduras han fortalecido realmente la cooperación bilateral en materia de seguridad desde que Hernández asumió el cargo. La captura y extradición de varios prominentes narcotraficantes hondureños a Estados Unidos en el último año es sólo un ejemplo de la creciente coordinación entre los funcionarios de seguridad de ambos países.
Sin embargo, no es claro si esta cercana relación en términos de seguridad ha transformado a Honduras tanto como las autoridades estadounidenses y hondureñas aseguran. Por un lado, la aseveración de las fuerzas de seguridad hondureñas de que los narcovuelos se redujeron abruptamente (pasando de casi 150 en 2013 a cero en 2014) debe ser vista con cierto escepticismo.
Las autoridades hondureñas también afirman que la tasa de homicidios en el país disminuyó significativamente el año pasado. No obstante, fuentes en Honduras le dijeron a InSight Crime que el gobierno puede haber cambiado la forma en que lleva la cuenta de los homicidios, lo que sugeriría que esta disminución también puede estar relacionada con un nuevo sistema de conteo, así como con mejoras en la seguridad. La reciente migración de pandilleros de El Salvador a Honduras es otra indicación de que las fuerzas de seguridad hondureñas siguen mal equipadas para combatir a los grupos criminales.
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Adicionalmente, el presidente Hernández le dijo recientemente a un congresista estadounidense que planea eliminar gradualmente el papel de los militares en la vigilancia durante los próximos dos o tres años. Esta afirmación, si bien es bienvenida, también es sorprendente, ya que Honduras sigue aumentando el tamaño de la Policía Militar de Orden Público (PMOP), al tiempo que continúa reduciendo el número de oficiales de la Policía Nacional.