Las autoridades capturaron a seis presuntos miembros del grupo criminal colombiano Los Gaitanistas; sin embargo, al parecer ninguno de ellos es colombiano, lo cual permite preguntarse por el alcance internacional del grupo y hacia dónde puede trasladar su base de operaciones en el futuro.
Con el apoyo de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés), en varias redadas la Dirección de Investigación Criminal (DIJIN) de Colombia arrestó a ocho presuntos miembros de la red criminal Los Gaitanistas, también conocidos como Clan del Golfo, Urabeños y Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), seis de los cuales no eran ciudadanos colombianos, informó El Espectador.
Entre los detenidos se encontraban un panameño, un dominicano, dos nicaragüenses, dos ecuatorianos y dos colombianos. Según EFE, los dos ecuatorianos fueron detenidos en Guapí, municipio del departamento del Cauca, mientras que los otros seis fueron detenidos en ciudad de Panamá.
El presunto líder de la red, acusado de contrabando de drogas de las costas de Colombia hacia Panamá, es un panameño de 45 años de edad conocido como alias “David”.
Las autoridades también decomisaron tres diferentes cargamentos de droga que en total suman 1,4 toneladas de cocaína, al parecer destinadas a Estados Unidos y Europa.
Análisis de InSight Crime
Lo que llama particularmente la atención en estas capturas es la diversidad de nacionalidades de las personas detenidas. Las AGC han demostrado tener alcance internacional en España, y uno de sus máximos dirigentes fue detenido en Argentina, donde se escondía. Y aunque el grupo parece estarse expandiendo, no se sabe que recluten miembros en otros países del Caribe o Centroamérica.
Sin embargo, como InSight Crime lo señaló el año pasado, la disolución de la dirección central de las AGC, dado que los líderes importantes continúan siendo capturados o abatidos, podría provocar que su base de operaciones se traslade de su territorio tradicional: la región de Urabá al noroeste colombiano.
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Ese proceso se puede acelerar debido a los esfuerzos intensificados y recientes del gobierno colombiano por desmantelar el grupo en Urabá y capturar a su líder, Darío Antonio Úsuga, alias “Otoniel”.
De hecho, el final de Otoniel parece inminente. Si es dado de baja o capturado, es posible que como resultado la red de las AGC se traslade al exterior, especialmente si la dirigencia central se internacionaliza aún más.
Asimismo, es importante señalar los cambios en el tamaño de los cargamentos de cocaína incautados, que van desde menos de 400 kilogramos a un poco más de 600, lo cual es otro indicio de que los días de los envíos de varias toneladas de droga pueden ser cosa del pasado, dado que los traficantes colombianos prefieren apostar por envíos de droga más pequeños y por lo tanto menos riesgosos.