El gobernador del estado mexicano de Veracruz anunció su intención de abandonar su cargo semanas antes de la terminación de su mandato para enfrentar cargos por corrupción, pero es poco probable que su renuncia pronostique una purga de políticos corruptos por parte del gobierno mexicano.
El 12 de octubre, Javier Duarte anunció durante una entrevista con Televisa que le pediría a la legislatura estatal aceptar su renuncia, informó Animal Político.
En septiembre, los fiscales federales abrieron investigaciones por corrupción contra Duarte por acusaciones de enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber. Una investigación reciente de Animal Político encontró que, bajo el mandato de Duarte, el gobierno de Veracruz firmó más de 40 contratos públicos por servicios que jamás prestaron.
“Precisamente por esta situación, he decidido hoy solicitarle al congreso del estado que me permita abandonar mi cargo como gobernador estatal”.
Veracruz “necesita un gobernador de tiempo completo”, agregó. “Yo necesito tiempo para atender estas acusaciones”.
Duarte ha negado las acusaciones, diciendo que no ha tomado "un centavo" de los fondos públicos durante su gestión.
“No soy millonario, soy alguien que ha trabajado toda su vida”, afirmó.
Duarte se convirtió en gobernador de Veracruz en diciembre de 2010, y su mandato debía terminar el 30 de noviembre. Fue miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero su membresía al partido fue suspendida cuando surgieron las investigaciones por corrupción.
En junio, el antiguo partido de Duarte perdió las elecciones para gobernador en Veracruz, poniendo fin a más de 80 años de control del PRI sobre el estado. Además de la presunta corrupción de su administración, Duarte ha sido señalado por el aumento de la deuda del estado de Veracruz y por no lograr contener la creciente violencia relacionada con las drogas.
Duarte dijo que no huiría o ni escaparía de Veracruz, sino que se quedaría a enfrentar las acusaciones por corrupción.
Análisis de InSight Crime
Más que señal de un verdadero esfuerzo por parte del PRI y del gobierno mexicano para erradicar la corrupción de la clase política, la renuncia de Duarte puede ser el resultado de la presión ejercida por altos funcionarios que quieren ponerlo como un ejemplo para ofrecer pruebas de que están combatiendo la corrupción.
VEA TAMBIEN: InDepth: Élites y Crimen Organizado.
En efecto, Duarte es apenas uno del grupo de políticos mexicanos que han sido relacionados con prácticas corruptas, muchos de los cuales nunca rindieron cuentas ante a la justicia por sus presuntos crímenes.
Por ejemplo, recientemente dos antiguos gobernadores de Tamaulipas fueron acusados por Estados Unidos, mientras que México no pareciera estar realizando mayor esfuerzo por encontrarlos.
Sin embargo, Duarte podría encontrarse a sí mismo en la posición de chivo expiatorio de la corrupción gubernamental generalizada.
Durante el mandato de Duarte, Veracruz hizo pocos progresos en materia gubernamental para enfrentar la violencia, la extorsión, las desapariciones y el narcotráfico, – todo lo cual convierte al gobernador en un blanco fácil. Es prescindible, más aún considerando que su récord probablemente contribuyó a la derrota del PRI por la gobernación de Veracruz en las elecciones recientes, algo que seguramente enfadó a las directrices del partido dada su larga historia de hegemonía en el estado.