Un nuevo estudio analiza el entorno político y judicial de Argentina y argumenta que el actual gobierno dejó que la impunidad se arraigara en la sociedad y, al hacerlo, permitió la muerte del fiscal Alberto Nisman.
En un informe del Centro de Evaluación y Estrategia Internacional (IASC por sus iniciales en inglés) titulado “El asesinato de Alberto Nisman: Cómo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner creó el escenario para un crimen perfecto”, el analista Douglas Farah examina las circunstancias que rodearon la muerte de Nisman y condena fuertemente a la administración de Cristina Fernández de Kirchner.
Nisman estaba investigando el atentado de 1994 —en el cual se sospecha ampliamente que Irán estuvo involucrado— en el que un carrobomba en la sede de la Asociación Mutua Israelita (AMIA) de Buenos Aires dejó 85 muertos y cientos de heridos, cuando fue encontrado muerto en su apartamento el 18 de enero, un día antes de que fuera a presentar su caso ante el Congreso.
Según Farah, Nisman había descubierto un complot del gobierno de Kirchner para garantizar la impunidad de los funcionarios iraníes acusados en el caso del atentado, a cambio de lo cual Kirchner presuntamente solicitó petróleo para combatir la escasez de combustible, e hizo promesas de comprar productos agrícolas y armas.
Un juez desestimó las acusaciones judiciales de Nisman luego de su muerte, medida que Farah llama “parte de un panorama mucho más amplio de corrupción y tráfico de influencia extranjera, así como de la impunidad que ha llegado a definir al gobierno [de Kirchner]”.
Citando encuestas recientes que muestran que un 70 por ciento de los argentinos creen que el crimen nunca se resolverá, Farah sostiene que el gobierno sufre de una falta de credibilidad total, que se demuestra además por los numerosos escándalos de corrupción que han involucrado a miembros del actual gobierno.
En términos generales, Farah asegura que las sospechosas circunstancias que rodean la muerte de Nisman, así como su inadecuada investigación, demuestran que Kirchner “ahora preside un Estado altamente criminalizado”, que está “más aliado con naciones rebeldes y con el terrorismo que con la democracia y el Estado de Derecho”.
Análisis de InSight Crime
El análisis de Farah sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Nisman pone de relieve una cultura de impunidad que probablemente ha contribuido al deterioro de la seguridad en el país y al creciente papel de Argentina en el comercio de drogas.
En informes anteriores, el IASC ha examinado escándalos relacionados con delitos como lavado de dinero, corrupción y tráfico de precursores químicos en los que han estado implicados miembros de la administración Kirchner, así como denuncias de que Kirchner se ha inmiscuido en procesos judiciales. Mientras tanto, Argentina parece estar aumentando cada vez más tanto su consumo de drogas como su papel en el tránsito de narcóticos, y ha observado un aumento en la violencia y en la presencia de grupos narcotraficantes extranjeros, además de organizaciones criminales locales cada vez más sofisticadas.
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Adicionalmente, el de Nisman no es el primer caso de alto perfil que implica una muerte misteriosa en Argentina. En el pasado, varios testigos clave en casos políticamente sensibles han perecido en circunstancias inusuales, lo cual ha evitado que el sistema judicial consiga hacer justicia.