El ministro de Gobierno de Bolivia ha admitido que el país sufre de una “debilidad tecnológica” que dificulta el apropiado seguimiento de los vuelos de droga que ingresan al país, aunque no reconoció el papel directo que juega el país en el comercio de la droga, como productor de cocaína.
“Hemos señalado que el principal problema de Bolivia es su condición de país tránsito (de drogas) y su vulnerabilidad”, dijo el ministro de Gobierno Carlos Romero a La Razón. Dijo que la carencia de radares y de equipo de rastreo ha limitado la capacidad del gobierno para identificar vuelos ilegales así como pistas de aterrizaje clandestinas en Bolivia, pero que los oficiales estaban trabajando constantemente en la destrucción de las pistas ilegales que encontraban.
Romero afirma que el gobierno ha identificado a la región de triple frontera que comparten Perú, Bolivia y Brasil, como un punto clave para la entrada de vuelos con droga, y que Bolivia ha estado trabajando con Perú en el intercambio de información y en acciones antinarcóticos conjuntas.
Un día antes, autoridades peruanas reportaron la muerte de un piloto boliviano que intentaba sacar 270 kilos de cocaína fuera del país, haciendo uso de una pista aérea clandestina en la región central de Pasco, informó El Comercio.
Analisis de InSight Crime
Perú se ha convertido tanto en el principal productor de coca del mundo, como en el primer productor de cocaína y, según reportes recientes, tres o cuatro narcoaviones bolivianos ahora ingresan a Perú diariamente para transportar de vuelta a Bolivia un promedio de 300 kilos de cocaína cada uno. La cocaína a menudo es vendida en los mercados domésticos de Brasil y Argentina o es exportada a Europa. La región de la triple frontera entre Perú, Brasil y Bolivia se ha convertido en un particular paraíso para el narcotráfico.
En este contexto, las limitaciones tecnológicas de Bolivia son un serio problema. La importancia del país como nación de tránsito para la cocaína que tiene como destino Brasil ya ha ayudado a convertir a la provincia Santa Cruz, al este del país, en un centro de operaciones para los grupos criminales trasnacionales, elevando los miedos de un aumento de la violencia relacionada con el crimen. Su inhabilidad para combatir con los narcovuelos, junto con la propia limitación tecnológica de radares de Perú, podrían contribuír a un aumento en el narcotráfico del país.
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Lo que Romero no mencionó fue el papel más directo de Bolivia en el comercio de drogas, como productor de cocaína. Bolivia produce mucha más coca de la que puede ser absorbida por los mercados legales, lo que significa que gran parte de la hoja es desviada para uso ilícito. En los últimos meses, las autoridades descubrieron varios laboratorios de cocaína cerca de la frontera con Perú, y afirmaron que la producción de droga estaba en aumento. Tras la publicación de un estudio gubernamental, que detalla la coca legal necesaria, la Unión Europea expresó su preocupación por el incremento en la producción de cocaína así como el tránsito en el país.