El gobierno del Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, está tomando medidas para asumir un papel más relevante en el manejo de la tregua entre las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, pese a que sigue negando que su gobierno esté negociando con ellas.
El 18 de abril en Washington, en una reunión organizada por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, Funes dijo que el gobierno debe responder a las demandas de los líderes de las pandillas para proporcionar la "sostenibilidad" de la tregua, aunque sostiene que esto es diferente a una negociación con ellos, informó El Faro.
La misma semana, El Faro observó en Ilopango una reunión entre el viceministro de seguridad pública, Douglas Moreno, y los líderes de la MS13 y Barrio 18, la primera "zona de paz" de El Salvador. En la reunión, Moreno dijo a los líderes pandilleros que el gobierno ha destinado más de US$1 millón en apoyo al programa de pacificación de Ilopango. Esto incluye reorientar los recursos de varias agencias gubernamentales para programas de ayuda a los pandilleros y sus familias con empleo y educación.
Análisis de InSight Crime
El cambio de Funes parece surgir de las crecientes demandas de muchos en El Salvador y la comunidad internacional para que el gobierno asuma un papel más visible y proactivo en la tregua, especialmente a la luz de la anterior falta de transparencia en el proceso de negociación del gobierno.
Dado que El Salvador está buscando financiación de los actores internacionales - incluyendo Estados Unidos - para programas de reinserción social para los miembros de las pandillas, el gobierno tendrá que demostrar a los donantes su compromiso y la supervisión del proceso.