El Gobierno de Trinidad y Tobago planea deportar a un gran número de inmigrantes indocumentados a quienes culpan de la criminalidad y pandillerismo -una afirmación que no ha sido probada hasta el momento.
El 5 de noviembre, el ministro de Seguridad Nacional Gary Griffith dijo que los aproximadamente 110.000 inmigrantes que viven ilegalmente en el país isleño -un destino atractivo debido a su fuerte economía- tendrían dos meses para regularizar su situación, o de lo contrario enfrentar la deportación, informó Newsday.
Griffith dijo a Newsday que los migrantes indocumentados estaban vinculados a los problemas de delincuencia en Trinidad y Tobago. "Tenemos información de inteligencia que confirma que hay muchas personas que están aquí como inmigrantes ilegales y que están involucradas en todos los aspectos de la actividad relacionada con las drogas y en delitos graves", declaró.
Griffith añadió que era "no coincidencia" que tanto la actividad pandilleril como la migración ilegal hubieran aumentado a partir de 2004.
Según Trinidad Express, el mayor número de migrantes provienen de Guyana, Jamaica y Venezuela.
Análisis de InSight Crime
Teniendo en cuenta que los inmigrantes indocumentados representan alrededor del 10 por ciento de los aproximadamente 1,2 millones de residentes de Trinidad y Tobago, un crimen violento inevitablemente puede ser atribuible a este grupo. Esto, sin embargo, dice poco sobre el número de migrantes involucrados en la criminalidad en comparación con el resto de la población. La criminalización de los migrantes es una excusa política conveniente para deportarlos masivamente -como se ha visto en Estados Unidos- pero Trinidad y Tobago podría en su lugar mejorar las políticas y los procesos de migración para alentar a los migrantes a regularizar su situación.
Las fuertes medidas implementadas en contra de los migrantes puede ser en parte una reacción al aumento en el tránsito de drogas a través de Trinidad y Tobago, que ha llevado consigo al crimen organizado transnacional, y también puede estar relacionado con un aumento de casi cuatro veces en la tasa de homicidios entre 2000 y 2010 –pasando de 9,3 a 35,2 por cada 100.000 habitantes, según la ONUDD (pdf).
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La actividad de las pandillas es también un problema serio en Trinidad y Tobago, que a partir de 2011 tenía un estimado de 110 pandillas con más de 1.300 miembros en total. El anuncio de Griffith viene de la mano de un caso en el que un hombre de Jamaica fue asesinado a tiros junto a un líder pandillero de Trinidad, sospechoso de asesinar a un soldado. Fuentes anónimas dijeron a Trinidad Express que este evento apuntaba a la influencia de los inmigrantes de Jamaica en las pandillas locales, aunque un informe de un medio de comunicación describió al hombre como un cineasta que tuvo la mala suerte de quedar atrapado en el fuego cruzado.