Un líder de autodefensas en México ha sido acusado de ordenar el asesinato de un alcalde que se opuso a la presencia de las milicias de autodefensa en su ciudad, una señal de que actualmente en algunas zonas estos grupos se consideran a si mismos como la verdadera autoridad y por lo tanto creen estar por encima de la ley.
Las autoridades detuvieron a Enrique Hernández Salcedo, líder de un grupo de autodefensas en Yurécuaro, en el estado de Michoacán en el Pacífico occidental, por el homicidio de Gustavo Garibay, alcalde de la pequeña ciudad vecina de Tanhuato, informó El Universal. Además de Hernández, la policía detuvo a 18 miembros de su grupo de autodefensas, tres de los cuales confesaron haber llevado a cabo el asesinato.
Garibay fue asesinado a balazos frente a su casa el 22 de marzo por asaltantes fuertemente armados, según La Jornada.
Alfredo Castillo, el comisionado de seguridad en Michoacán, dijo que los hombres armados afirmaron haber seguido las órdenes de su líder, Hernández, y que las investigaciones preliminares muestran que Garibay fue asesinado porque "se había negado a mantener y rechazó reiteradamente la presencia de autodefensas en su municipio".
Hernández entregó las armas usadas en el crimen e intentó atribuir el asesinato a un exmiembro del grupo, pero los mensajes recuperados en un teléfono celular, junto con las confesiones de otros miembros de la milicia, lo conectaron con la muerte del alcalde, señalaron las autoridades.
Análisis de InSight Crime
Por más de un año, las milicias de autodefensas de Michoacán han estado combatiendo al cartel de narcotraficantes de los Caballeros Templarios, pero hay cada vez más señales de que el movimiento de autodefensas se ha salido de control. El último caso indica que los grupos sienten que son la autoridad de facto, y que tienen el derecho de hacer "justicia" como mejor les parezca.
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A pesar de que el gobierno mexicano implementó un marco legal en enero para dar a estos grupos una fachada de legitimidad, los recientes acontecimientos han dado lugar a crecientes tensiones entre las autoridades estatales y las autodefensas. El arresto de Hernández se produce poco después de la detención de otro líder de autodefensas, Hipólito Mora, por el asesinato de uno de sus compañeros. Miembros de alto nivel de las milicias de autodefensas también han sido acusados ??de tener antecedentes criminales y vínculos con los carteles.
Como lo han demostrado experimentos similares en Colombia, Guatemala y Perú, la legalización de grupos paramilitares locales tiende a terminar mal.
Pese a que las milicias de autodefensas están combatiendo exitosamente a sus adversarios, los Caballeros Templarios, cuyo liderazgo recientemente ha sufrido una serie de golpes, el descarado asesinato de un alcalde local es un sangriento recordatorio del poder de las autodefensas y de su potencial criminal. Si los Caballeros llegaran a caer, no es inconcebible que elementos de estas milicias busquen tomar su lugar.