El partido de gobierno en Venezuela ganó presuntamente una mayoría de las gobernaciones de todo el país en una elección reciente que fue denunciada como fraudulenta por los grupos opositores. Pero el verdadero ganador de la controvertida votación parece ser el crimen organizado, pues la actual administración ha respaldado y recibido respaldo de elementos criminales con los que tiene lazos estrechos.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), del presidente Nicolás Maduro, ganó 17 de las 23 gobernaciones de estados el 15 de octubre, según un anuncio del Consejo Nacional Electoral de Venezuela.
La alianza opositora, conocida como la Mesa de Unidad Democrática (MUD), alegó que hubo un fraude generalizado en el último proceso electoral, y rechazó los resultados. El portavoz de la MUD Gerardo Blyde convocó a los venezolanos a salir a las calles una vez más después de meses de protestas sucesivas contra el gobierno, que han dejado 125 muertos.
Expertos independientes también arrojan dudas sobre los resultados anunciados por el gobierno. David Smilde, asociado sénior de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), escribió en un blog que el conteo anunciado "fuerza la credulidad".
"No cabe duda de que para que este resultado sea correcto, los mismos encuestadores que predijeron con exactitud el número de votantes, se equivocaron por completo en la intención de voto. Difícil de creer", añadió.
Varios medios informativos denunciaron irregularidades en el proceso de votación, como que los candidatos oficialistas hicieron campaña hasta el cierre de las urnas; decisiones de último minuto para mover cientos de oficinas a nuevas ubicaciones, presuntamente por razones de seguridad; y cientos de miles de electores registrados en nuevas oficinas electorales sin la debida anticipación.
También se conocieron informes de que el ejército se encontraba presente cuando los electores eran coaccionados para votar por el PSUV por los "colectivos", grupos militantes en apoyo del gobierno de Maduro, muchos de los cuales están bien armados y tienen profundos nexos con el crimen.
Análisis de InSight Crime
Muchos críticos del gobierno de Maduro creen que el fin de los resultados sospechosos de las elecciones regionales era consolidar el poder del partido del presidente, el PSUV, a nivel nacional. Se ha especulado que lo cuestionable del resultado pueda desembocar en mayor presión de actores internacionales para que se apliquen nuevas sanciones, pero las sanciones anteriores han tenido poco impacto para la supervivencia de la administración de Maduro.
Es probable que mientras Maduro y sus aliados sigan detentando el poder, también lo hagan los elementos criminales con vínculos con el gobierno. Varios altos funcionarios han sido acusados de diversos delitos, entre ellos participación en narcotráfico con ayuda de miembros corruptos del ejército, conocidos como el cartel de los Soles. E informes recientes indican que los colectivos siguen actuando con impunidad, al participar no solo en la intimidación política, sino también en toda una gama de actividades delictivas.
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El deterioro de las condiciones económicas y de seguridad en el país han estado empujando a muchos venezolanos a salir del país, lo que da a los grupos criminales de toda la región una entrada de mano de obra barata, y empeora el contrabando y el tráfico de personas. Esta dinámica es quizás más visible en la frontera con Colombia. El solo flujo de personas que cruzan para comprar productos o migrar ha incitado muchas oportunidades importantes de contrabando y extorsión, mientras que también prospera el lucrativo negocio del contrabando de gasolina, como lo mostró una investigación reciente de El País.