Un grupo criminal de Perú, dedicado principalmente a la extorsión del sector de la construcción, ha unido fuerzas con grupos similares en Ecuador, Bolivia y Colombia, lo que indica que muy probablemente el grupo diversificará su portafolio de negocios.
Según la policía peruana, La Gran Familia, cuyas raíces se encuentran en la ciudad costera de Chiclayo, en Perú, ha construido conexiones de negocios con grupos criminales que tienen como blanco al sector de la construcción en otras naciones andinas, informó La República. Juntas, estas organizaciones al parecer han llevado a cabo ataques contra prominentes hombres de negocios.
Se presume que la organización criminal ha reclutado más criminales, a quienes ha ubicado en roles especiales con base en su nacionalidad, según informes policiales a los que tuvo acceso La República. Los miembros de Perú y de Ecuador presuntamente se encargan de la extorsión, mientras que los miembros de Colombia actúan como sicarios.
Según La República, el antiguo líder del grupo, Ángel Román León Arévalo alias “Viejo Paco”, continúa dirigiendo algunas operaciones desde la cárcel. El coordinador que trabaja en el terreno en Ecuador es presuntamente Charles Orlando Palomino Bravo, alias “Chacho Palomino”, uno de los principales operadores de Viejo Paco.
El informe llega dos semanas después de que uno de los operarios de alto nivel fuera capturado en Chiclayo con pasaportes que le permitían moverse en Perú, Ecuador, Chile y Bolivia.
Análisis de InSight Crime
El informe no deja claro hasta qué punto La Gran Familia ha movido sus operaciones a los países vecinos, pero el objetivo de su expansión puede ser una o ambas de las siguientes opciones: escapar de las autoridades y/o establecer nuevas fuentes de ingresos.
Al parecer, La Gran Familia ha llegado a un punto donde la expansión es tanto necesaria como posible. Aunque el informe indica que el grupo continúa enfocándose en la extorsión en el extranjero, también es posible que pueda estar buscando entrar a los vecinos mercados de drogas. En el pasado, la policía ha acusado a la organización de participar en el narcotráfico y el lavado de dinero además de la extorsión, secuestro, y homicidio.
Sin embargo, grupos como La Gran Familia, que dependen en su mayoría de la fuerza y la intimidación para hacer dinero, a menudo descrubren que es difícil operar en territorio extranjero (vea lo que pasó con los Zetas en Guatemala).
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Las autoridades de Perú propinaron un serio, y algunos dicen “letal”, golpe a La Gran Familia en 2012, con el arresto de Viejo Paco y varios otros miembros de alto nivel. Sin embargo, el artículo de La República resulta de informes sobre el grupo moviendo su centro de operaciones a Lima, de miembros trabajando como sicarios en Perú central, y de la incorporación de un nuevo líder, quien es la cabeza de una compañía de seguridad –lo que indca que el grupo está lejos de ser desmantelado. También se cree que La Gran Familia opera con la ayuda de policías corruptos.