Según el gobierno, la infiltración de grupos criminales en las fuerzas de seguridad de El Salvador es una amenaza grave y permanente, y contribuye al récord en los índices de violencia experimentados en el año pasado.
En una entrevista con la agencia de noticias EFE, el secretario de comunicaciones para el presidente de El Salvador, Eugenio Chicas, declaró que el ejercitó detectó 100 casos de personas pertenecientes a grupos criminales que entraron o intentan unirse a las Fuerzas Armadas, según la Prensa Gráfica.
Adicionalmente, Chicas aseguró que la Policía Nacional Civil (PNC) encontró más de 200 casos de intentos de infiltración de pandilleros en sus filas.
Aunque Chicas admitió que es probable que los grupos criminales sigan intentando infiltrarse en las fuerzas de seguridad, aseguró que el gobierno tiene "filtros institucionales para detectar" dichos intentos.
Los comentarios de Chicas se dan en medio de nuevos datos que apuntan al deterioro de la seguridad en El Salvador este año. Según la Prensa Gráfica, sólo en el año 2015 hubo más masacres que las registradas en los últimos tres años. El año pasado también registró el más grande número de agentes de policía asesinados desde que se fundó la institución, informó la Prensa Gráfica.
Análisis de InSight Crime
En sus comentarios, Chicas no identificó el periodo de tiempo en el cual las fuerzas de seguridad de El Salvador detectaron estos intentos de infiltración de grupos criminales en sus filas. Sin embargo, sus observaciones hacen eco a los hallazgos ya reportados por el Diario de Hoy. Apelando a la Ley para la Libertad de Información, el periódico tuvo acceso a documentos oficiales que hacían constar que entre enero y septiembre de este año se dio de baja del Ejército a 223 presuntos pandilleros. Se dice que los documentos también mostraron un marcado aumento de la infiltración de pandillas en comparación con años anteriores, así como la existencia de dicha infiltración en casi todas las divisiones militares.
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Uno de los hallazgos de un reciente Informe de InSight Crime sobre las pandillas en Honduras revela que la MS13 ha desplegado una mayor capacidad para corromper a la policía que otras pandillas más violentas. Es posible que en El Salvador, la MS13 se haya sofisticado lo suficiente para infiltrarse o sobornar a sectores de las fuerzas de seguridad. Esto sería un comportamiento relativamente inusual para una pandilla callejera y sería una señal de su mayor sofisticación