Los Zetas y el Cartel del Golfo al parecer han montado un extenso sistema de distribución de combustible, en el norte de México, que compite con el de la petrolera estatal Pemex, mientras el comercio de petróleo robado se convierte en una actividad criminal cada vez más sofisticada y lucrativa.
En el estado de Tamaulipas, al nororiente del país, los grupos criminales, principalmente los grupos en disputa los Zetas y el Cartel del Golfo, ahora controlan hasta un 15 por ciento del negocio de la gasolina, informó Milenio.
En el espacio de seis años, los grupos criminales han pasado de vender gasolina en contenedores improvisados, a robar y vender tanques completos -a un ritmo más rápido del que las compañías petroleras pueden hacerlo, según Milenio -y obligando a los propietarios de estaciones de gasolina a vender su combustible robado.
Las organizaciones criminales probablemente también están detrás de la explosión en el número de estaciones de gasolina, que se ha triplicado en el Estado en los últimos seis años, mientras PEMEX ha reportado un fuerte descenso en las ventas de gasolina debido a los sifones ilegales.
En 2013, Pemex detectó 491 sifones ilegales en Tamaulipas, un aumento de más del 180 por ciento con respecto al año anterior, y la cifra más alta de cualquier Estado en México. Sin embargo, las autoridades estatales sólo han detenido a 19 personas en cinco años por robo de petróleo.
Los grupos criminales venden gasolina de contrabando en alrededor de 38 centavos de dólar por litro, que es menos de la mitad del precio de venta oficial, y una tercera parte del costo de un litro de leche. Esto es suficiente para que los Zetas y el Cartel del Golfo ganen US$268 millones al año, lo que, según Milenio, es más de lo que los grupos ganan por el secuestro de inmigrantes y una cifra cercana a la cantidad obtenida de la venta de drogas ilegales.
Análisis de InSight Crime
Informes en Tamaulipas destacan la evolución y la creciente sofisticación de los negocios de gasolina robada, que se ha convertido en una operación criminal a gran escala. En comparación con otros delitos, el robo de petróleo es fácil de realizar, es lucrativo, y hay un riesgo muy bajo de ser detectado, por lo que es ideal para los grupos criminales que siguen el patrón de diversificación de intereses e ingresos.
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La diversificación criminal puede ayudar a explicar por qué el estado de Tamaulipas se ha convertido en una zona conflictiva para el robo de petróleo. Los Zetas y el Cartel del Golfo, que actualmente se disputan el control del Estado, son dos fuerzas seriamente debilitadas y fragmentadas, y ya no tienen un liderazgo nacional unificado. Como resultado de ello, son más propensos a volcarse hacia la economía criminal local como una fuente de ingresos, en lugar de depender de actividades como el tráfico internacional de drogas, que requiere operaciones coordinadas, no sólo a lo largo de México sino también a lo largo de las rutas de tráfico transnacionales.